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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Un programa de gran repertorio con resultados excepcionales

Las Palmas de Gran Canaria - 25/11/2020

Karel Mark Chichon y la Filarmónica de Gran Canaria abrieron su comparecencia semanal con El Preludio y Muerte de amor de Richard Wagner. La pieza obtuvo una lectura amplia de tempi y muy paladeada. Chichon supo graduar la tensión de los crescendos que la vertebran, no solo los dos grandes arcos que forman el preludio y la muerte, sino también las pequeñas frases que los componen, estructuradas igualmente con el esquema piano-forte-piano, manteniendo la tensión incluso en los dilatados silencios, en una implacable progresión que culminó en los dos grandes climax, admirablemente equilibrados, con una cuerda siempre audible pese al fragor de metales y timbales, este último sorprendentemente acentuado por la batuta en la muerte de Isolda. Atentísima respuesta de todas las secciones de la orquesta, especialmente unos abrasadores cellos.

En el Concierto para violín de Brahms tuvimos la suerte de contar con uno de los grandes violinistas de su generación, Augustin Hadelich, que afrontó con pasmosa naturalidad los múltiples escollos virtuosísticos de la pieza, haciendo gala de un sonido amplio y con cuerpo, sin desequilibrios entre los distintos registros, que por su potencia y proyección se escuchaba con nitidez incluso en los grandes tutti.

Especialmente destacable la cadencia del primer movimiento, muy diferente de las habituales de Joachim y Kreisler y obra del propio Hadelich, por la maestría con que combinó los temas principales en un verdadero tour de forcé para el violín sin desentonar del resto de la obra. Hadelich se mostró igualmente diestro en los numerosos momentos líricos, donde descolló por la belleza e intensidad de su fraseo y su facilidad para cantar en el registro más agudo, como en el decisivo pasaje que une la cadencia con el final del primer movimiento.

Chichon y la Filarmónica de Gran Canaria, supieron situarse en el nivel que demandaba el solista, brindándonos un sonido plenamente brahmsiano por densidad y color, excelentes violas y cellos, destacando también en los abundantes diálogos camerísticos entre las maderas y el solista durante el segundo movimiento. En conclusión, son interpretaciones a la altura de las mejores escuchadas a orquestas y batutas internacionales en el Festival de Música de Canarias.

Juan Francisco Román Rodríquez 

Augustin Hadelich, violín. Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Karel Mark Chichon.

Obras de Wagner y Brahms.

Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.

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