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Crítica - Sibelius y Vaughan Williams (Real Filharmonía de Galicia)

Vigo / Santiago - 05/03/2019

Adrián Saavedra, puso en atriles el estreno de su obra Macaréu, obra breve y que apunta intenciones dentro de una paleta orquestal que demuestra la imaginativa asimilación de las escuelas en las que se apoya, ya que en composición actual, tuvo como referentes a Mauricio Sotelo Kaija Saariaho, Klaus Huber, Daniel Ott, Hilda Paredes, Aureliano Cattaneo y  Menahen Zur. También elementos avanzados del jazz, se entremezclan en Macaréu, que tan solo agradecería una mayor extensión. Bien parado este curso sale Vaughan Williams, que volvía con otras de sus composiciones, la Sinfonía nº 5, en Re M., curiosamente dedicada a Jean Sibelius, compañero en esta sesión, obra que se define por la claridad de sus texturas y por los detalles asimilados del repertorio lírico.

El Scherzo, realiza un salto sobre lo acostumbrado, pasando a ocupar el segundo tiempo. En conjunto y por el catálogo que nos legó, no tuvo la prosapia orquestal de Edward Elgar ni la virtuosa versatilidad de Benjamin Britten, siendo perfectamente consciente de sus posibilidades artísticas, pero el mundo sinfónico abordado por el inglés, fue rico y proteico. Pero apuntándonos  a una carta, es la Romanza el movimiento que manifiesta el temple desde la entrada con el  corno inglés al que desplegaba un envolvente solo de violín, de paso a la Passacaglia con el tema definitorio de los chelos. Una sinfonía en placentera cuadratura en la que se reutilizan argumentos prestados de la ópera The Pilgrim´s Progress. El conocimiento que mostró por los grandes compositores ingleses que le precedieron y la profunda asimilación de las posibilidades de los contemporáneos, abundaron en el resultado de su obra.

Jean Sibelius, el dedicatario de la obra de Vaughan Williams, fue el complemento acorde con la Sinfonía nº 6, en Mi m. Op. 104, por voluntad de J.Webb.  En el tratamiento musical, el autor supo sacar partido con creces del uso inteligente de las armonías modales, una verdadera renovación partiendo de un muy lejano pasado pero tratado con una magistral intuición, tentación que igualmente atraería a otros compositores de la época, pero partiendo de sus propias premisas. Nos valía el Allegretto moderato en las recreaciones atmosféricas para hallar el preciso punto de inflexión de una obra que, efectivamente, estaba esencialmente muy en el ánimo de la sinfonía emparejada. Un fresco sinfónico de amplitud de miras que en un comprensible final, nos devuelve al Allegro molto moderato que especialistas tildarán como un estilo pastoral.

Ramón García Balado  

Real Filharmonía de Galicia / Jonathan Webb.
Obras de A. Saavedra, R.Vaughan Williams y J. Sibelius
Teatro Afundación, Vigo / Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela.

Foto: Real Filharmonía de Galicia y Jonathan Webb.

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