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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica-Opinión / Amor Perdido - por Ambrosio Valero

Granada - 19/05/2025

En el Festival Internacional de Música “Tocando las Estrellas" llevamos diez temporadas disfrutando de artistas como Pinchas Zukerman, Guy Braunstein, Paul Neubauer, Garnati Ensemble, Mariola Cantarero, Estrella Morente, Dorantes o Vicente Amigo entre otros.

El pasado 1 de febrero este aún joven festival, aunque con más de doscientos conciertos en su haber, vivió una de sus noches más mágicas. Las manos de un gigante de la composición, un maestro del piano y, por encima de todo, un buen hombre, dieron calor a nuestros corazones y alimento a nuestras almas.

En mi humilde opinión decir esto es decir mucho, puesto que vivimos en un mundo con rumbo incierto en el que los valores más básicos y que debían de ser intrínsecos a cualquier ser humano están ausentes. Ante este duelo generado por tan notable ausencia de humanismo en nuestra sociedad, es el ARTE quien nos salva de caer una vez tras otra en manos del ostracismo.

El ARTE solo puede ser generado a través de un alma limpia y un corazón puro que sean capaces de transmitir toda clase de sentimientos a quien lo bebe sediento y lo espera ansioso. Eso es el ARTE con mayúsculas y no esa nueva tendencia de llamar a todo cultura y englobar ahí cualquier suerte que tenga entre medias una pluma, un pincel o algo que haga ruido.

Pues bien, eso es lo que hace Don Josué Bonnín de Góngora, ARTE con mayúsculas, quien rezuma verdad y bondad en cada una de las notas que escribe. La música del Maestro Bonnín de Góngora es el anhelo de lo que el ser humano quisiera ser y nunca fue.

La noche se atisbó mágica desde el comienzo de su Evocación que, a través de su novena Poesía, dio paso a las Lejanías de Vélez. El público comprendió que se encontraba ante un titán de las emociones, con sencillez en sus formas y armonías claras que se acercó hacia ellos a través de su música hasta sentarlos en su regazo como al niño al que se le cuenta una historia.

El Maestro continuó con su Amor perdido y sus Miniaturas pianísticas donde su emotividad contenida nos desbordó hasta emocionarnos para terminar la noche, deslumbrándonos, con su maravillosa obra El vagabundo y la vida donde puso a todo el público en pié, hasta verse obligado a realizar varios bises en agradeciendo el calor recibido por un público completamente entregado.

Al finalizar el concierto, y después de despachar sobre varios asuntos delante de una copa de vino junto a mi amigo Josué, me invadía de necesidad de seguir escuchando, aprendiendo y tocando su música. Después, más calmado y algo menos eufórico por haber vivido tan magno evento, la reflexión me llevo a la conclusión de que hacen falta más compositores como el Maestro Bonnín de Góngora pero, sobre todo, más hombres como Josué.

Ambrosio Valero (pianista)

 

Festival "Tocando las Estrellas”, Granada

Josué Bonnín de Góngora, pianista y compositor

 

Foto © Sara Ruano

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