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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica - Nueva edición de Música en Segura, éxito de público y triunfo artístico

Segura de la Sierra, Jaén - 22/05/2019

Música en Segura: cinco días de primavera en los que un pequeño rincón de la sierra de Segura en Jaén se llena de música en los lugares más insospechados. Sí, no me han entendido mal, hablamos de una región prototipo de eso que desde hace unos años quienes tratan el tema han dado en llamar ‘la España vaciada’.

Una programación sin inhibiciones, jazz contemporáneo, y también Beethoven, cantigas con aire de rap, música clásica con ritmos cubanos, conciertos en una era aldeana, excursiones musicales… Todo eso y más es Música en Segura, al menos esta edición, veremos qué se le ocurre programar a Daniel Broncano (su director) para la siguiente, que este año será en otoño de 2019.

Dos son, creo, las propuestas más interesantes y originales de lo visto este año. Una de ellas por el proyecto que encarna y la misión que cumple. Y otra por la altísima calidad artística que pudimos disfrutar.

La primera propuesta fue el concierto de los Pequeños Cantores de la Comunidad de Madrid, un coro de niños y adolescentes (9 a 16 años) dirigidos por Ana González, que forma parte de la estructura de la JORCAM (Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid). El lugar elegido para este concierto es uno de los escenarios más queridos por los organizadores del Festival y el público asiduo al mismo: una era [espacio de tierra limpia y firme donde se trillan las mieses; trozo pequeño de tierra destinado al cultivo de flores u hortalizas] en la aldea de Moralejos, a varios kilómetros de Segura de la Sierra, en su término municipal. Moralejos ya no tiene habitantes continuados durante todo el año, pero sus vecinos siguen cuidando las huertas y manteniendo las casas vividas. El pasado domingo se llenó de música y de alegría con este concierto que ofrecieron unos pequeños grandes cantantes, un hermoso recital de canciones corales (García Abril, Britten, piezas populares, …) con el tema común de los colores. Un concierto simbólico, 35 niños donde no queda ninguno. ‘Nosotros no podemos poblar la aldea, pero al menos, queremos mantener el contacto, la consciencia de lo que aquí hay y la memoria que representa’, son palabras de Daniel Broncano al inicio del concierto. Los Pequeños Cantores disfrutaron cantando, e hicieron disfrurtar al publico, mostrando el resultado de un trabajo continuado y constante.

El otro concierto que es obligado destacar fue el que tuvo lugar en el teatro de Orcera (1860 habitantes), pueblo situado a la falda de Segura de la Sierra. El sábado 18 de mayo en su teatro (lleno en su práctica totalidad) se interpretó, por cuarta vez en España desde su composición en 1976, la obra Music for 18 Musicians, de Steve Reich (1936-).

Reich es uno de los llamados padres del minimalismo, corriente que tiene gran importancia y fuerza en el mundo anglosajón, menos valorada en el resto del mundo. En cualquier caso, la pieza que nos ocupa, más de cincuenta minutos de música compuesta para seis sets de percusión, cuatro pianos, dos clarinetes, cuatro voces, un violín, y un violoncello, es una de las más importantes, no solo del catálogo de Reich, sino de la música de la segunda mitad del siglo XX. Para muchos, marcó un camino por el que avanzar, muy diferente de otras corrientes en boga en aquella época; para otros, ejemplifica lo que no quieren componer ni escuchar. La obra se organiza alrededor de un ciclo de once acordes introducidos al principio, seguidos por unos pequeños trozos basados en cada acorde, y por una vuelta final al ciclo original.

Juanjo Guillem, director musical del concierto (y percusionista en el mismo) explicaba así al público asistente lo que estaba a punto de suceder: ‘Van a escuchar olas sonoras, ritmos que se repiten, hasta completar un proceso que se vuelve a repetir. Cada oyente escucha algo diferentes, es lo que quería Reich cuando lo compuso. Un viaje fantástico por diferentes ritmos, por diferentes colores.’ Desde luego una experiencia que no dejó indiferente a nadie: unos pocos (muy pocos, menos de diez) se fueron sin que concluyera la obra; alguno se durmió (¿eso es indiferencia, o incomprensión?) y los que se quedaron salieron en su mayoría con cara de satisfacción. No todos eran conscientes de haber escuchado un concierto que podemos llamar histórico, pero sí de haber escuchado algo que había merecido la pena.

Es obligado nombrar a los 18 músicos que se enfrentaron a esta partitura: Juanjo Guillem, percusión y dirección artística; Daniel Broncano y Eduardo Raimundo, clarinetes y clarinetes bajos; Mario, Pérez, violín ; Josep Trescolí, violonchelo; Rafa Galvez, Jordi Sanz, Quique Peña, Alvaro Jurado, Guille Massia, percusión; Duncan Gifford, Francisco Escoda, Daniel Oyarzabal, Isabel Puente, pianos; y María Graciela Armendáriz, Idoris Duarte , Ana Cristina Marco, Pilar Pujol, voces. Dieron lo mejor de sí, mantuvieron la tensión de la obra en todo momento, supieron integrar cada parte en el conjunto de la obra y completar un magnífico concierto. Esperemos que esta producción pueda programarse en otros escenarios, para hacer accesible al aficionado una parte de la historia de la música que se suele ver escamoteada en los conciertos en directo: la llamada música contemporánea.

Pero además el Festival programó otros conciertos, como el que presentó en el paisaje industrial de la almazara de Orcera, un espectáculo titulado Classic Meets Cuba, donde Klass Brothers & Cuba Percussion ofrecieron un gozoso concierto en el que Mozart, Bach y otros compositores sonaron con ritmos caribeños y jazzísticos, en un desinhibido ejemplo de cómo hacer disfrutar a todos los públicos. Y los conciertos del Natalia Ensemble, en este caso convertidos en noneto, para interpretar arreglos (propios) de Rossini, Arriaga, Beethoven, Mozart y Haydn. Un ensemble que demuestra que la cantera de la JONDE (y de los conservatorios que la nutren) se está transformando en una estupenda generación de jóvenes profesionales que no le tienen miedo a atreverse con cualquier cosa, triunfando con el resultado. La 5ª Sinfonía de Beethoven sonó en sus manos con una claridad y seguridad envidiables. En algunos momentos mágicos, la sinfonía beethoveniana se transformó en un cuarteto de cámara (violín, viola, cello y contrabajo) poseedor de la misma intensidad y ‘pathos’ que la obra camerística del compositor, ampliando su intensidad cuando entraba el resto de instrumentos. Es probable que alguno de los asistentes no hubiera escuchado nunca una sinfonía de Beethoven en directo, y si pensamos en la dificultad de conseguir que una orquesta sinfónica se desplace hasta Segura de la Sierra, este concierto solo ya da por buenos todos los esfuerzos del Festival.

 Una cosa queda clara, Broncano es un programador que sabe lo que se trae entre manos, que mantiene una coherencia firme a la hora de elegir lo que programa, que demuestra que su juventud no significa un lastre sino un plus, por valentía y amplitud de miras.

Blanca Gutiérrez Cardona

Natalia Ensemble, Ángeles Toledano (flamenco), Les Musiciens de Saint-Julien, Cuarteto de Saxofones Fukio, Neopercusión y solistas de la ONE.
Beethoven, Britten, Mendelssohn, S. Reich, Dvorak, Falla, entre otros.
Localizaciones de Segura de la Sierra y alrededores

 

EL FESTIVAL MÚSICA EN SEGURA BATE RECORDS EN SU VI EDICIÓN CON UN 28% MÁS DE PÚBLICO UQE EL AÑO PASADO

Más de 8.000 espectadores asistieron a los 35 conciertos, con un lleno medio del 94%.

El 50% ha sido público local y el otro 50% proveniente de diversos puntos de España (con especial incidencia de Madrid y Levante) y de países como Holanda, Alemania o Francia.

La originalidad y gran calidad de las propuestas, con variadas localizaciones y formatos, ha marcado la VI edición de este festival de delicassen musicales, que tendrá su continuidad, por primera vez, en otoño, del 1 al 3 de noviembre.

Madrid, 20 de mayo de 2019.- Música en Segura finalizó ayer domingo 19 de mayo la primera parte de su VI edición batiendo todos los récords: más de 8.000 espectadores (un 28% más que en 2018), un lleno medio del 94% (tres puntos superior al pasado año), 35 conciertos y actividades musicales (un 45% más que el pasado año), desarrollados en localizaciones que van desde la plena naturaleza, una aldea de apenas 8 habitantes, el paisaje industrial de una almazara o una torre almohade en pleno olivar.

Con los abonos para el festival agotados meses antes de iniciarse el festival, el público visitante se ha desplazado a Música en Segura desde países como Alemania u Holanda, así como de diversos puntos de España, contando con casi un 50% de público local. Las actividades en escuelas o residencias para mayores han mantenido la vocación social de un festival que se celebra en una de las áreas de la España vaciada.

No sólo las localizaciones de los conciertos han sido especiales, también el formato de ellos, que ha ido desde una excursión musical, un desayuno musicado, unas “cantigas raperas” por las calles de Segura de la Sierra, un gran montaje que incluía 18 músicos y cuatro pianos de cola para el espectáculo de Neopercusión con los solistas de la Orquesta Nacional de España o las exposiciones sonoras “Cuando la música nos tortura” o MELT, que permitía escuchar a un glaciar derritiéndose, etc.

En Música en Segura nos gusta pensar la música clásica y otras músicas de raíz como delicatessen musicales que todo el mundo puede disfrutar. Es un orgullo ver todos los conciertos llenos. Incluso el recinto más grande, la Cooperativa de Orcera, ha estado repleto con más de 800 personas para escuchar a Klazz Brothers & Cuba Percussion. Estamos muy contentos con el nivel artístico que se ha logrado en cada concierto y con la recepción del público. Conciertos como el de Natalia Ensemble, la cantaora Ángeles Toledano, Les Musiciens de Saint-Julien o el Cuarteto de Saxofones Fukio permanecerán mucho tiempo en nuestra memoria. Además, hemos conseguido que las propuestas propias y co-producciones, como las Cantigas Raperas, las instalaciones sonoras y Music for 18, sean un éxito”, señala su director Daniel Broncano.

Broncano prepara ya la programación de la edición de otoño, que se celebrará entre el 1 y el 3 de noviembre y que permitirá disfrutar de un paisaje y un ambiente diferente, llenando de música y cultura un pueblo, Segura de la Sierra, que en esa época suele tener mucha menor actividad y visitantes.

​Música en Segura cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura, la Diputación de Jaén, la Fundación Henri Moerel, Fundación Cruzcampo, Fundación Caja Rural de Jaén y Obra Social La Caixa, entre otros.

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