Al hablar de música, montañas y canciones, nos viene la imagen de una sonriente Julie Andrews desatada y mega feliz con un vestido con delantal, danzando y cantando entre un florido valle verde bajo las montañas nevadas en el film Sonrisas y lágrimas. Puede… Pero desde que la incomparable Joyce DiDonato visitara Andorra para, con su concierto, presentar la II edición del Festival CLÀSSICAND de Andorra (que tendrá lugar del 25 de mayo al 9 de junio), mi imaginación se desplaza desde ahora al Auditori Nacional d’Andorra en Ordino, donde la mezzo americana, junto con su habitual pianista Craig Terry, mientras comenzaban a caer copos de nieve, ofreció un recital en el que nos transportó a un teatro de ópera en la primera parte y a Broadway en la segunda.
Un recital trazado con inteligencia y mucha chispa, comenzando curiosamente con el sencillo y hondo enunciado de Haydn que abre la Cantata Arianna a Naxos (¿se puede escribir más belleza con tan pocas notas?), para culminar con Bach y el Preludio en mi menor del segundo libro del Clave bien temperado, que preludiaba el alucinante arreglo de Craig Terry para Lullaby of Birdland de Shearing. Es decir, un viaje que nos llevó a mil músicas y por más de tres siglos, pero que en su comienzo y final estaba tan conectado y tan cerca uno de otro como siempre lo han estado Haydn y Bach.
Joyce es un volcán de la naturaleza, capaz de expresar todos los ardientes deseos vinculados al amor como los de su pérdida; su Haydn no es el canónico que quizá algunos conocen, pero conmueve su interpretación, apoyada en una seguridad y un dominio técnico que es marca registrada de una mezzo que soporta con naturalidad ser la heredera de la también americana Frederica von Stade.
En las Tonadillas de Granados no se dejó llevar por el folklorismo, ofreciendo una auténtica recreación europea del Lied de concierto, con un pianista que entendió todas las necesidades de la cantante.
Entre esto, a Joyce le gusta hablar al público, le hace introducciones y le cuenta, como un chef, en qué consiste el plato que vamos a degustar. Imprescindible para entender cómo, en el proyecto Songplay, han deconstruido clásicos y nos los presentan como platos sofisticados, pero manteniendo el sabor de origen y conectados con nuestro mundo de hoy. Esta colección de canciones provoca un efecto secundario conocido como felicidad, que se expresa a través de una sonrisa en la cara de cada oyente, que disfrutaban de los arreglos (gran pianista Craig Terry y mejor músico) y de la voz idónea de Joyce, que se pasea entre estas canciones con la misma facilidad como cada uno de nosotros puede moverse por su casa (si pueden escuchar en alguna plataforma estas canciones por este dúo, no dejen escapar el pegadizo ritmo que mueve Lullaby of Birdland o la serena belleza de la cinematográfica Lean Away).
CLÀSSICAND, del 25 de mayo al 9 de junio
Con este recital, como decía al principio, se presentaba oficialmente la II edición del Festival CLÀSSICAND de Andorra, con dirección artística de Joan Anton Rechi. Sin tener un leitmotiv oficial, parece que de manera invisible un arte tan popular como es el cine vertebra varios de los conciertos, como la inauguración con la versátil Pasión Vega, con canciones que aparecen en las películas de Pedro Almodóvar; o la trilogía fílmica sobre Juan Cocteau que ha compuesto Philip Glass para las hermanas Labèque (Orphée, La Belle et la Bête y Les Enfants Terribles); o el conocido actor francés Lambert Wilson recitando poemas de Poe con el arpa de Xavier de Maistre; o la implícita relación cinematográfica de las BSO de John Williams que interpretará la Franz Schubert Filharmonia. Pero, además, CLÀSSICAND presenta al barítono recientemente entrevistado en RITMO Benjamin Appl y su “fruta prohibida”, que presenta las obras de su reciente grabación.
Otro punto de mucho interés es la representación del Trionfo del Tempo e del Disinganno de Haendel, que contará con voces especializadas como Xavier Sabata, Juan Sancho, Helen Charlston y Katharina Ruckgaber con el ensemble Vespres d'Arnadí que dirige Dani Espasa. Este oratorio haendeliano tendrá además un montaje escénico obra de Joan Anton Rechi. Una gozada.
A estos conciertos se suma El Petit Liceu, la danza con la Compañía Stockholm 59º North o conciertos con músicos nacionales. Y pondrá el punto final la ONCA (Orquesta Nacional Clásica de Andorra) y varios solistas andorranos, en uno de los espacios más emblemáticos de la capital de Andorra.
Con música, naturaleza, paisajes de ensueño, gastronomía o una oferta de ocio muy diversa, CLÀSSICAND promete algo más que la mejor música en el país de las montañas.
Gonzalo Pérez Chamorro
Joyce DiDonato & Craig Terry
Concierto presentación del II Festival CLÀSSICAND
Auditori Nacional d’Andorra, Ordino (2 de marzo)
Foto © AndorraWorld