A riesgo de errar, creo que esta trigésimo segunda edición de la Semana de Música de la Villa de Medina del Campo, amparada por su Ayuntamiento, Diputación de Valladolid y Junta de Castilla y León, más Bodegas Menade con la degustación de sus vinos en cada descanso de sesión, haya sido la de mayor calidad musical de todas las anteriores, al haber reunido una colección de conciertos del mayor nivel, en cada especialidad presentada en el Auditorio Municipal "Emiliano Allende", de acústico fantástico, en sus 6 programas de abono (cubierto al 80%, propiciando siempre ocupación casi total del aforo, y lleno completo en la Iglesia de los PP. Carmelitas, gratuito como Promoción anual de la Música para todos.
Inició la Sinfónica de Castilla y León con la Directora invitada Elena Schwarz y la saxofonista increíble que es Jess Gillam, que bordó el estreno en España de Anna Clyne, Glasslands, con calurosa respuesta del público. Dvorák abrazó esta pieza entre sus opp. 62 y 70, Domov muj (Mi patria) y Sinfonía nº 7 en Re m., de buena respuesta orquestal.
2ª jornada para un público infantil y familiar, que salió encantado con las peripecias del Capitán Corchea - José Luis Gutiérrez, saxofón y sus 5 músicos, en el espectáculo Pepe Pérez, canción del Ratoncito Pérez.
La 3ª se dedicó a la Zarzuela con la compañía Camerata Lírica, que puso en escena La Tabernera del Puerto de Pablo Sorozábal, con Dirección artística de Rodolfo Albero y musical de Virgil Popa, para un elenco de jóvenes cantantes que satisfizo todas las expectativas del público, dada la entidad del título elegido.
Y de la mano del Dúo formado por la soprano Nuria Rial y el pianista Rubén Fernández Aguirre, vino uno de los hitos de la programación, ofreciendo Cantar del alma, título elegido para un programa dedicado a celebrar el nacimiento de la "grande" Victoria de los Ángeles, recordando sus principales éxitos de repertorio europeo y español, que la hicieron celebridad mundial. La calidad de ambos intérpretes sirvieron lieder de Schubert, Brahms, Fauré, Vivancos, Granados, Mompou, Toldrá, entre otros, con el estilo, emoción y entrega precisos para que el homenaje tuviese la categoría merecida por la dedicataria. Triunfo.
Josu de Solaun, pianista que hizo aquí sus primeras armas en CyL, asombró al Auditorio y a nosotros que asistimos al evento, con un pianismo de primerísimo nivel y un repertorio complejo técnica y musicalmente, que hizo con una expresividad y facilidad pasmosas y un toque exquisito para cada nota, utilizando ese dominio técnico como camino y no como meta. Su Chopin y sus 5 miniaturas fue delicioso, pero las Cuatro Baladas de Brahms, la Gran Sonata de Schumann y esa prueba que supone la Sonata nº 8 de Prokofiev, no lo fueron menos, conformando un programa magníficamente elaborado que, por sí solo, habría justificado toda la 32 Edición. El público estalló en ovaciones, correspondidas por Ondine de Debussy como guinda final del sabroso recital.
El estupendo coro de cámara Alterum Cor y su Director Valentín Benavides, en la Iglesia de los Carmelitas, llamaron la atención para bien, con un programa íntegro S. XX-XXI de alta dificultad, correctamente ejecutado, sin fisuras de afinación, tempo o ajuste, con autores como Miskinis, Lukás, Nees, Mäntyjärvi, Roig-Francolí, Tavener, Gjeilo, Pote..., muy aplaudido.
Asistimos también a la clausura de la Semana, para escuchar a los aquí debutantes Solistas de la Orquesta Barroca de Sevilla, que supusieron otra cima artística para la Semana, tanto por su calidad individual como por el excelente trabajo de conjunto ofrecido, en el que la afinación de sus instrumentos "originales", no fue ningún obstáculo para la interpretación de un grato programa, basado en Vivaldi como eje, Bach como admirador y precedente y Telemann como posterior conocedor de esas fuentes, los tres conformando todas las posibilidades del Concierto Barroco. Tuvimos así el de Bach oculto en la Suite orquestal nº 2, con su famosa Badinerie en manos del traverso de Rafael Ruibérriz electrizante; La Notte vivaldiana con David Antich a la flauta de pico; Mercedes Ruiz en Concierto para cello y orquesta de cuerdas; y los tres en el de Telemann, mostrando la gran capacidad respiratoria y musical de los flautistas y la sensibilidad de la cellista, bien acompañados por violines, viola, contrabajo y clave, en perfecta labor como continuo y como solistas también en sus momentos particulares, resultando un atractivo final para el comentado alto nivel, de una Semana que se mantiene viva por el esfuerzo de su Dirección y organización.
José M. Morate Moyano
32 Semana Internacional de la Música Medina del Campo, SIMME.
Auditorio Municipal "E. Allende" de Medina del Campo (Valladolid).
Foto: La Orquesta Sinfónica de Castilla y León con la Directora invitada Elena Schwarz y la saxofonista Jess Gillam en la 32 Semana Internacional de la Música Medina del Campo.