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Crítica / Los Bufos Madrileños, comedia musical del siglo XIX - por Blanca Gutiérrez Cardona

Madrid - 18/01/2024

Aunque ya concluyeron sus representaciones, realizamos una breve reseña de unos de los espectáculos que ha tenido más éxito estas navidades en la cartelera madrileña: Los bufos madrileños, en el Teatro de la Comedia.

Antes de hablar sobre el propio espectáculo, es necesario ubicarnos sobre el contenido de la obra, y acudimos al diccionario de la RAE:

BUFO: Cómico cercano a lo grotesco o a lo chocarrero. Dicho de una ópera, de una obra dramática o del género al que  pertenecen: De carácter cómico y burlesco. Burla, bufonada. Teatro cómico de variedades, muy popular durante el siglo XIX. En la ópera italiana, actor que representa el papel de gracioso.

Destacamos en negrita la definición que nos concierne. Tenemos que ir hasta mediados del siglo XIX, cuando un avispado artista, Francisco Arderíus, con una carrera de cantante y actor a sus espaldas variada, pero no muy brillante, viaja a París, donde descubre unos espectáculos musicales que causan furor en ese momento: son las óperas bufas de C. Offenbach (Orfeo en los infiernos, La bella Helena, etc). Arderius se da cuenta de que es un género que puede triunfar en España, y vuelve a Madrid, dispuesto a encargar obras que se ajusten a este estilo, creando una compañía llamada Los bufos Madrileños (después llamados los Bufos Arderíus).  Hablamos de los años anteriores y posteriores a la Revolución de 1968, una época en la que la ciudadanía en general no encontraba demasiadas alegrías en la vida diaria. El éxito de su idea es tal que escriben para él los mejores escritores y músicos del momento.

Pero el éxito no es eterno y los bufos, tal como triunfaron, fueron perdiendo el favor del público algunas décadas después, llegando a sumirse en el olvido. Hasta que la Compañía Nacional de Teatro Clásico, cuyos espectáculos asociamos casi siempre al Siglo de Oro y a un XVIII ilustrado, comienza a fijarse en obras más modernas, que también forman parte de nuestro patrimonio cultural y que necesitan del necesario trabajo de investigación y recuperación para presentarse frescos y atractivos al público actual. Recuperado el género, podemos comprobar que la revista, el cuplé, las variedades y el género chico de la zarzuela tienen una gran deuda con Arderíus y los músicos y escritores que trabajaron para él.

El espectáculo que presenta la CNTC es un pastiche, ya que consta de un prólogo mediante el cual se pone en antecedentes al espectador de todo lo dicho anteriormente, y a continuación, sin descanso, de la representación de Los órganos de Móstoles, con texto de Luis Mariano de Larra y música de José Rogel.

La jobra en conjunto ha triunfado durante estas Navidades por dos razones. Por la intrínseca gracia abufonada del texto y música originales (los autores, trabajando con arquetipos, logran crear personajes entendibles en cualquier época y por cualquier público). Y por la habilidad del equipo que lo ha transportado hasta nuestros días, encabezado por Rafa Castejón. El propio Castejón reconoce que, siendo su familia de honda tradición en el género lírico, no sabía nada sobre Arderíus hasta que se lo mencionaron Lluis Homar y Xavier Albertí.

Emulando al propio Arderíus, ha sabido actualizar sabiamente el material original, como responsable de la dramaturgia del espectáculo, incorporando ese prólogo tan necesario para el público de ahora, aún más ignorante que él de la existencia de los bufos y el fenómeno que supusieron en su época. Un inteligente uso de la cita metateatral, un hábil manejo de la escena y los personajes, y un lenguaje escénico ‘moderno’ (sobre todo en la parte de ‘Los órganos de Móstoles’) consiguen meterse al público en el bolsillo. Los asistentes a estas representaciones navideñas se han reído, han aplaudido y han disfrutado de este espectáculo tanto, suponemos, como aquellos antepasados nuestros que encontraron solaz y distracción en las obras que representaban los Bufos Arderíus.

Un reparto bien elegido, encabezado por Castejón, canta, baila, declama y hasta toca algún instrumento con los alardes bufonescos deseados. Todos, magníficos en sus respectivos papeles, logran que la hora y media de espectáculo pase en un suspiro. Como es ya habitual, gran trabajo de Nuria Castejón en la coreografía y de Gabriela Salaverri en los figurines.

Es de desear que la CNTC girara este espectáculo, que no requiere un espacio escénico desmesurado, y que puede hacer las delicias de tan numeroso público como el que ha acudido a sus representaciones en Madrid. 

Blanca Gutiérrez Cardona

Los bufos madrileños 14/01/2024
Teatro de La Comedia (Madrid). Compañía Nacional de Teatro Clásico
Dirección y versión: Rafael Castejón. Dirección musical: Antonio Comas. Dirección adjunta y coreografía: Nuria Castejón. Escenografía: Alessio Meloni (AAPEE). Vestuario: Gabriela Salaverri. Sonido: Benigno Moreno
Intérpretes: Clara Altarriba, Chema del Barco, Paco Déniz, Eva Diago, Natalia Hernández, Beatriz Miralles y David Soto-Giganto, Rafael Castejón y Antonio Comas

 

Foto © Sergio Parra

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