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Crítica / La OFGC cierra temporada con una velada de zarzuela - por Juan Francisco Román Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria - 15/07/2025

El cierre de la temporada de abono de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria estuvo en manos del director artístico de la agrupación, Karel Mark Chichon, con un programa de zarzuela y pasodobles, repertorio con el que tiene una especial afinidad, junto a dos cantantes grancanarias Yolanda Auyanet y Nancy Fabiola Herrera, que demostraron encontrarse en excelente forma tras una amplia y reconocida carrera internacional.

Yolanda Auyanet, soprano lírica de voz bien asentada, ha ganado cuerpo en centro y graves, creciendo hacia lo lírico-spinto, manteniendo un brillante registro agudo y su capacidad para las coloraturas, procedentes ambos de los inicios de su carrera como lírico-ligera y de su frecuentación del repertorio belcantista italiano del XIX, que ha sido uno de los pilares de su trayectoria. En estos últimos años su evolución vocal le ha permitido abrirse a repertorios más pesados manteniendo la frescura de su hermosísimo y distintivo timbre.

La mezzo Nancy Fabiola Herrera, muy lírica en sus inicios, ha mantenido siempre como rasgos distintivos una voz de timbre cálido y aterciopelado, especialmente en el centro, y una gran desenvoltura escénica, que le ha permitido incorporar a sus actuaciones una atractiva labor actoral. Un registro agudo bien proyectado y unos graves de grato color pero algo escasos para una mezzo completan sus características esenciales, mantenidas con el paso de los años, añadiendo un volumen más crecido y graves de mayor entidad que le han permitido acercarse a grandes roles verdianos como Azucena.    

Ambas cantantes han frecuentado la zarzuela desde sus comienzos, donde sus dotes canoras y actorales encuentran especial ocasión para el lucimiento, como demostraron en la velada que comentamos.

Nancy Fabiola Herrera se movió con desenvoltura entre un amplio abanico de situaciones que la llevaron de la desesperación de la Romanza de Socorro de El Barquillero de Chapí al desparpajo de gratos tintes caribeños plasmados de la Salida de Cecilia de la Cecilia Valdés de Roig, o la asertividad de la conocidísima Carceleras de Las Hijas de Zebedeo de Chapí, haciendo gala de su reconocida capacidad para encarnar con verosimilitud las más diversas situaciones dramáticas, luciendo una atractiva sonoridad oscura que aportaba un punto de desgarro y negrura muy atractivo a sus interpretaciones aunque a la vez dificultaba la apreciación del texto. 

Yolanda Auyanet nos dejó cumplida muestra de su excelente estado actual, con una elegante Canción Veneciana de El Carro del sol de Serrano, muy sensual en la Romanza de María la O de Lecuona, con impecables reguladores y pianísimos en el estribillo o una exultante Romanza de Rosario de El Cabo Primero de Fernández Caballero, culminada con rutilantes agudos.

Las intervenciones conjuntas en los Dúos La Caña y la Remolacha de Los Presupuestos de Villapierde de Calleja/Lleó, Dúo de la Princesa y Doña Pepita de Pan y toros, Dúo de Paloma y la Marquesita de El Barberillo de Lavapiés y Bolero a dos de Diana y Catalina de Los Diamantes de la Corona, los tres de Barbieri, fueron momentos culminantes de la noche por la conjunción musical y escénica, el gracejo y la complicidad que mostraron ambas cantantes, cuyas voces empastaban con facilidad.

Karel Mark Chichon y la Filarmónica de Gran Canaria aportaron un soporte instrumental de excelencia, desgraciadamente poco habitual en la zarzuela, desgranando los sucesivos números con gracejo y temperamento a partes iguales, en la recreación tanto de las partes de soporte vocal, con un Chichon atento a las cantantes, aunque podría haber controlado más el volumen, especialmente en las intervenciones de Nancy Fabiola Herrera, para permitir apreciar el texto cantado, como en las instrumentales, que incluyeron los muy apreciados Preludio de La Revoltosa de Chapí, que sorprendentemente sonó deslavazado y con algún despiste, Malagueña de Lecuona, en arreglo del propio Chichon, Preludio de La alegría de la huerta de Chueca y tres pasodobles: España Cañí, de Marquina, Gerona de Santiago Lope y El Gato Montés de Penella que Chichon interpretó con desparpajo, contrastando adecuadamente los pasajes centrales más líricos, pero de sonido un tanto bronco en el resto. En suma, una brillante noche de zarzuela que puso fin a una espléndida temporada de la Filarmónica de Gran Canaria que nos hace esperar con los mejores augurios la ya anunciada y sobre el papel muy atractiva próxima temporada.

Juan Francisco Román Rodríguez

 

Yolanda Auyanet, soprano. Nancy Fabiola Herrera, mezzo.

Orquesta Filarmónica de Gran Canaria/Karel Mark Chichon

Obras de Federico Chueca, José Serrano, Ruperto Chapí, Rafael Calleja/Vicente Lleó, Francisco Asenjo Barbieri, Ernesto Lecuona, Gonzalo Roig, Manuel Fernández Caballero.

Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.

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