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Crítica / La Música... ¿es comedia? (Arcángel & Sotelo) - por Luis Mazorra

Madrid - 13/05/2021

Con carácter de estreno absoluto y encargo del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) para la conmemoración del séptimo centenario de la muerte de Dante Alighieri, la citada institución cultural española presentó en el Auditorio 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía: A mitad del camino de la vida, de Mauricio Sotelo.

Fragmentos de la Divina comedia de Dante Alighieri en traducción de José María Micó con un elenco musical encabezado por Arcángel, cantaor que recibiera una extendida ovación final; Pablo Martín Caminero, contrabajo; Juan Carlos Garvayo, piano; Agustín Diassera, percusión; Fernando Villanueva y Julián Ávila, electroacústica y electrónica en directo, y el propio Mauricio Sotelo, como recitador y en la dirección musical.

José María Micó, hizo de breve y clarividente presentador de Dante y su Comedia. Me quedé con sus últimas palabras preparatorias, antes de arrancar con el estreno: "La Comedia es música". (Y, entonces: "la Música... ¿sería comedia?". No sé lo que aquí apostillaría Nietzsche… o sí…).

Un amplio elogio... de la insistente cadencia frigia, de la voz tensa, densa y honda de un cantaor protagonista sobre cuyos hombros, alas quizás, habitaba la obra, de las ubicuas reverberaciones y ecos acústicos controlados electrónicamente y, antes de todo, de la coartada de aquellos divinos versos de Dante.

Tres espacios sonoros dantescos: infierno, purgatorio y paraíso, que tuvieron su base en la estructura de improvisación jazzística, sus elencos instrumentales, modos y formas de jam session, así como el universo flamenco encarnado por el citado Arcángel.

Un piano armónico, a menudo placado y entrecortado rítmicamente, heredero, también, del universo del jazz, acompañado de sus incondicionales: contrabajo y percusión flamenco-jazz-clásica, o viceversa. Solos preceptivos, diversas técnicas en sus manos, parches, baquetas, timbal y cajas flamencas... y espíritu de improvisación. Pero, también, de aquella revolución no superada al teclado, de un Albéniz casi siempre (interesadamente) olvidado.

Elogio, pues, no ya de esta cultura musical enraizada en la España profunda, sino, asimismo, del propio intérprete y sus sinergias. Del músico de atril. De un... divino juglar... para Dante que, a medio camino de purgatorios, arrastró por breves momentos sus armonías, escalas y melopeas a parajes más siniestros, para volver siempre a aquella atmósfera modal y rítmica.

Ecos fundidos de un Mediterráneo de todos, o, más bien, de todos en un imaginado Mediterráneo crisol. De Dante, del flamenco, del piano, contrabajo y percusión, y... del jazz en jam session ¿por qué no?

Luis Mazorra Incera

Arcángel, cantaor; Pablo Martín Caminero, contrabajo; Juan Carlos Garvayo, piano; Agustín Diassera, percusión; Fernando Villanueva y Julián Ávila, electroacústica y electrónica en directo; Mauricio Sotelo, recitador y dirección musical; y José María Micó, presentador.

A mitad del camino de la vida, estreno de Mauricio Sotelo.

CNDM-Series 20/21. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.

Foto © Rafa Martín

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