Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Jupiter, fabulosa cover band - por Simón Andueza

Madrid - 08/05/2022

Se presentó en Madrid por primera vez uno de los grupos de música antigua que más expectación, alabanzas y éxitos cosechan a lo largo y ancho del planeta, Jupiter, formación francesa ideada y liderada en 2018 por uno de los talentos más fascinantes intérpretes que la cuerda pulsada ha recibido en las últimas décadas, Thomas Dunford, quien a sus treinta años es un maestro reconocido en todo el mundo y a quien se rifan los más prestigiosos ensembles historicistas para que colabore con ellos.

La formación francesa vino liderada, además por la mezzosoprano Lea Desandre, quien pese a su juventud es una de las solistas vocales más solícitas y versátiles de la actualidad, quien es una habitual de los más prestigiosos escenarios y festivales internacionales, abarcando un repertorio que abarca desde Monteverdi, que pasa por Vivaldi o Mozart, y que llega hasta compositores como Bellini, Massenet o Debussy.

Debemos añadir que la expectación que pueden causar estos dos intérpretes pudo verse aumentada a través de las fotografías de promoción del concierto, en donde aparecían otros grandes intérpretes como Jean Rondeau o Thibaut García, colaboradores habituales de Jupiter, pero que no formaron parte del elenco de la gira española organizada por el CNDM, de la cual forma parte este concierto madrileño.

El concierto se centró en dos de los compositores británicos más excelsos de su historia: John Dowland y Henry Purcell. La gran sorpresa de la velada fue descubrir el repertorio escogido para la ocasión, puesto que una tras otra de las piezas que sonarían son las más conocidas, grabadas e interpretadas de sus autores. Curiosamente este programa solamente se interpreta en esta gira española si echamos un vistazo a la apretada agenda de Jupiter que contiene su página web.

Aunque las delicias contenidas en estas obras están fuera de toda duda, no puedo pasar por alto que en unos tiempos donde los programadores y festivales intentan que sus producciones sean originales, creativas y trabajadas, descubriéramos con asombro que el repertorio escogido para la ocasión sea el más fácil de encontrar y que forma parte de cientos de grabaciones, versiones o en las más escuchadas playlists de las plataformas de streaming.

Las interpretaciones estuvieron a la altura de los intérpretes, quienes, conociendo de sobra el repertorio, pudieron dedicarse de pleno a buscar la excelencia musical.

En la primera parte, la dedicada a Dowland, nos encontramos con unas interpretaciones lejos de la llamada corriente históricamente informada, puesto que el propio Thomas Dunford arregló las piezas para el orgánico del grupo, esto es, dos violines, viola, viola da gamba, contrabajo más el bajo continuo, clave, órgano y archilaúd, en una múica que mayormente está creada para una voz acompañada de un laúd, o en alguna pieza instrumental ideada para un consort de violas. El resultado colorista y arriesgado, todo un asunto digno de acalorados defensores o detractores.

Henry Purcell, el otro genio del que pudimos escuchar fragmentos de su Dido y Eneas, o algunos grounds de su famosa Oda para el cumpleaños de la Reina Mary, además de fragmentos de The Fairy Queen o alguna de sus más bellas melodías para voz y bajo continuo, fue tratado del modo habitual, sin necesidad de arreglo alguno.

Lea Desandre demostró su completo dominio de las piezas purcellianas y nos regaló momentos de sublime belleza con su fascinante técnica, timbre y expresividad que de inmediato hechizan al espectador desde el comienzo al fin de la pieza.

El grupo instrumental, plagado de músicos excepcionales, no desmereció de la solista vocal. Debemos destacar la formidable labor de Myriam Rignol en la viola da gamba y especialmente el virtuosismo, la delicadeza y vitalidad del alma mater de Júpiter, Thomas Dunford, en el archilaúd, que pareciera una extensión más de su propio cuerpo.

Los calurosos aplausos y vítores fueron respondidos por una pieza al más puro estilo pop que hizo las delicias del público.

Simón Andueza

 

Lea Desandre, mezzosoprano, Jupiter, Thomas Dunford, archilaúd y dirección.

Música de John Dowland y Henry Purcell.

Universo Barroco, CNDM.

Sala de Cámara del Auditorio Nacional, Madrid.

 

Foto: Lea Desandre y Thomas Dunford / © Julien Benhamou

342
Anterior Crítica / Josep Colom y la improvisación - por Juan Berberana
Siguiente Crítica / Benalmádena ya tiene suite pianística - por Diana Blanco