Desde aquel 2013 en el que se representó Das Rheingold, en años alternos y hasta este 2019 se ha desarrollado el magno proyecto de la tetralogía wagneriana en Oviedo, que ha conocido en estos días su final. Y dadas las circunstancias y aceptados todos los condicionantes -especialmente los relativos a la escena, por ausente en las dos últimas jornadas- podemos concluir que el resultado final ha sido exitoso.
Este Götterdämmerung fue rubricado por el caluroso aplauso de un público que llenaba el Teatro Campoamor; curioso que los días previos se escribiera sobre el temor a la duración de la obra o la complejidad de su música, como si quisiéramos taparnos la herida antes de que se produjera. Lo cierto es que el éxito ha sido inapelable y a ello han coadyuvado el alto nivel vocal.
Los protagonistas nos dieron lo suficiente: Vekua es brutote pero tiene las notas de Sigfrido. Müther acabo muy justita pero la futura debutante de Bayreuth dio a Brünnhilde una entidad notable. Shtonda quizás no daba el miedo suficiente pero construyó un Hagen creíble. Y Daniel (Gunther) y Perles (Gutrune) brillaron muy por encima de sus ingratos papeles.
Altísimo el nivel de los papeles menores, destacando la mejor voz de la noche, la de Rhelis (Waltraute), aunque conviene insistir en el gran nivel de las nornas y las hijas del Rihn. Pero si hay que destacar un triunfador en la velada es inevitable fijarse en el maestro Gedschol y las dos orquestas asturianas. El coro, muy mal situado en el acto II, sufrió problemas de coordinación.
Wagner comienza a ser habitual en Oviedo, lo que es una gran noticia y una lección para aquellos que aun sufren de prejuicios con la música del alemán. Que siga la fiesta.
Enrique Bert
Mikhail Vekua, Boaz Daniel, Taras Shtonda, Stéphanie Müther, Agnieszka Rehlis, etc. Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, Orquesta Oviedo Filarmonía. Dirección musical: Christoph Gedschold. Dirección de escena: Carlos Wagner.
Götterdämmerung, de Richard Wagner.
Teatro Campoamor, Oviedo.
Foto: Ovaciones tras la finalización de Götterdämmerung.