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Crítica / Fabuloso oratorio de Telemann por la Orquesta y Coro de RTVE - por Simón Andueza

Madrid - 28/03/2024

Nos encontramos inmersos en la época del año en la que especialmente se suceden los conciertos de música sacra en abundancia, con una extraordinaria sucesión de citas culturales en torno a las efemérides que celebramos, la Semana Santa.

Y las citas culturales que programan tradicionalmente nuestras principales instituciones culturales acostumbra a ser bastante predecible, ya sea porque el público demanda las obras que ya conoce y desea escucharlas en vivo, o que el programador sabe que sus ciclos se llenarán de asistentes con esas grandes obras hoy consideradas de repertorio. Esto no sucede solamente en nuestro ámbito más cercano, sino que, en países como Alemania, en donde Las ‘Pasiones’ de Johann Sebastian Bach se han convertido en la pieza musical que inunda salas y festivales con una inusitada repetición interpretativa de su monumental composición. Por decenas de músicos en infinidad de citas musicales espirituales. No debemos olvidar que la obra de Bach cayó en el olvido hasta que el pionero Félix Mendelssohn Bartholdi (1809-1847) la redescubrió, y que volvió a interpretarla en tiempos modernos en  1829.

En la época durante la cual convivieron Johann Sebastian Bach (1685-1750), Georg Philipp Telemann (1681-1767) o Georg Friedrich Haendel (1685-1759), Telemann fue, sin duda, el compositor más afamado, prolífico y longevo de todos sus contemporáneos. Debemos reflexionar sobre el real motivo del ostracismo en el que se encuentra su música en la actualidad, después de que la revisión musicológica exhaustiva en la que nos encontramos inmersos se haya dejado llevar por un puñado de obras y autores que, aunque son merecedores ineludiblemente de la fama y frecuente interpretación de su excelente música,  han eclipsado por completo a otros músicos que deben compartir esta gloria contemporánea de su papel predominante en el actual mercado de nuestra sociedad que ha terminado por invadir comercialmente el arte más sublime.

Pues bien, en esta ocasión debemos aplaudir la valentía de la Corporación de Radio Televisión Española al programar como eje central de su programa musical de Semana Santa y de los ciclos musicales de su Orquesta y Coro de Radio Televisión Española (OCRTVE) Der Tag des Gerichts (que podemos traducir como “El Día del Juicio”).

Der Tag des Gerichts es uno de los mayores logros de Telemann y pertenece a esa década casi milagrosa entre 1755 y 1765 en la que el compositor experimentó un verdadero rejuvenecimiento creativo. La obra se representó por primera vez en Hamburgo en 1762, cuando Telemann tenía 81 años. De principio a fin, esta hermosa partitura tiene toda la frescura de invención y vitalidad que podríamos haber esperado de un hombre con la mitad de su edad. El texto es de Christian Wilhelm Alers (1737-1806), quien lo describió como un "poema para cantar en cuatro contemplaciones". Debe haber atraído al compositor octogenario que le da vida con una riqueza de color instrumental, pintura de palabras afectivas y contrastes sorprendentes.

La Obertura que da inicio muestra la fuerte influencia francesa que aún en su considerado como último oratorio, Telemann profesaba. La introducción de su grave, seguido de una segunda sección de carácter alegre y con un vivaz fuga, dieron comienzo a la fastuosa y didáctica pieza, que merece un amplio análisis literario de sus espirituales narrativas por parte de muy distintos personajes que deben dar muestras de múltiples afectos barrocos, cosa que no sucedió en la cita madrileña, y que Telemann pinta con una exuberante música, que sin duda influyó en los grandes oratorios músicos más afamados actualmente como Georg Friedrich Haendel o Joseph Haydn.

El encargado de dar vida a esta vibrante partitura fue Carlos Mena, conocido sobre todo por su faceta como contratenor, pero que frecuenta acertadamente cada vez más las labores de dirección musical.

A la nutrida orquesta conformada por instrumentos considerados modernos, en términos de la interpretación historicista actual, destacaron dos consumados músicos especializados en las labores de la realización del bajo continuo, por un lado Daniel Oyarzabal, quien tocó exuberantemente un sonoro y bello clave, a la vez que desempeñó labores de eficaz intérprete del órgano positivo que dotó de abundantes colores a la interpretación del conjunto de la obra, mientras que por su parte Pablo Zapico, en la tiorba, destacó sobremanera en los recitativos con una inventiva sobresaliente en el desarrollo de la armonía en arpegios y acordes de muy distintos caracteres, atendiendo siempre con rigor y mimo a los solistas vocales. La labor de Zapico paso prácticamente desapercibida en el resto del oratorio, debido al generoso volumen de los instrumentos de la orquesta, algo que el director musical debiera haber controlado.

Las voces femeninas solistas fueron de una calidad especialmente especial. La soprano Jone Martínez exhibió en todo momento un instrumento vocal soberbio, de una pureza y facilidad en el registro asombrosas. Además, Su expresividad y comunicación del texto alemán fue muy loable, siendo cada una de sus intervenciones una delicia para el oyente, por su bellísimo timbre y la facilidad con que canta su línea en un registro vocal homogéneo.

Lucía Caihuela, mezzosoprano, destacó especialmente en las notas más agudas, demostrando un talento muy conocedor del estilo barroco. El barítono Ferran Albrich fue asimismo un solvente intérprete de los dos papeles de bajo encomendados por el compositor, manteniendo una su labor expresiva contagiosa con el público, además de poseer una voz dúctil, hermosa y con una depurada técnica en el agudo que convierte su canto en uniforme y natural. El tenor Juan Antonio Sanabria por su parte evidenció su dominio de la línea de tenor y reveló su buen oficio en la compleja escritura de Telemann.

Carlos Mena en el podio desempeñó un laborioso ejercicio de estilo, vitalidad y compromiso con la partitura, resultando una fuente de inspiración continua para cualquier músico motivado presente en el escenario. La Orquesta y Coro de Radio Televisión Española debe aprovechar su valiosa presencia de enorme experiencia en la interpretación históricamente informada para dotar de verdadero sentido a esta fabulosa música. Sus músicos fueron especialmente sonoros en los pasajes más rotundos y deben seguir buceando en el fascinante universo de la excepcional variedad de contrastes, matices, simbolismos, afectos y en la comprensión y expresión que piezas extraordinarias como esta poseen.

En definitiva, un acierto la programación valiente de una obra como Der Tag des Gerichts para el panorama cultural madrileño, que podrá ser disfrutado, además, por cualquier persona, gracias a la grabación y posterior emisión por televisión de su fastuosa música. El público bien supo apreciar sus virtudes, y ovacionó calurosamente a todos los intérpretes con insistentes bravos y emotivos aplausos.

Simón Andueza

 

Georg Philip Telemann: Der Tag des Gerichts.

Jone Martínez, soprano, Lucía Caihuela, mezzosoprano, Juan Antonio Sanabria, tenor, Ferran Albrich, barítono.

Orquesta y Coro de RTVE / Carlos Mena, director.

Ciclo Sinfónico de la Orquesta y Coro de RTVE.

Teatro Monumental, Madrid. 22 de marzo de 2024, 19:30 h.

 

Foto: Foto mosaico del Director y reparto.

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