Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / El cálido sonido de Roberto Aussel (ADDA) - por José Antonio Cantón

Alicante - 03/06/2021

Dentro de las personalidades del mundo de la guitarra con las que cuenta el Máster de Guitarra Clásica de la Universidad de Alicante, le ha tocado el turno a una de las figuras más representativas del ámbito latinoamericano en este instrumento como es el platense Roberto Aussel, invitado a dar un recital en el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) como pórtico de sus clases magistrales programadas para esta novena edición de tan prestigiosa iniciativa universitaria de formación musical posgrado, que cada año facilita, desde el más alto nivel de calidad práctica y académica, a catorce seleccionados guitarristas la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos del instrumento desde la magistral excelencia de una academia de profesores integrada por los más admirados virtuosos existentes en el mundo. Como suele ser habitual en los maestros de este ideal claustro, Aussel ha utilizado su recital como muestra de los autores que iban a ser objeto de estudio en sus lecciones, así como una anticipada presentación de su arte y ejercicio musicales.

Con esta intención, fue la obra Variaciones sobre una canción infantil del maestro venezolano Antonio Lauro la que abría el programa, sirviendo como muy adecuado homenaje a legendarios guitarristas del siglo XIX como Fernando Sor, Mauro Giuliani o  Matteo Carassi, referentes de la culta habilitación del instrumento de las seis cuerdas durante dicha centuria. El tempo empleado en el motivo principal y sus cuatro diferencias llevaba al oyente a sentir la rica simplicidad de ese estilo sencillo y candoroso percibido en la ejecución de este intérprete.

Como contraste de manifiesta desemejanza estética abordó los apreciados, desde que Julian Bream los estrenara, cinco Impromptus del británico Richard Rodney Bennett, sumergiéndose en su atmósfera serialista que hacía posible que la guitarra, con rara naturalidad, fuera más allá de su expresiva zona de confort sonoro y técnico, para amoldarse a un sentir estético de novísima vanguardia, ámbito muy distinto de su particular universo. Las tensiones percibidas entre las dos últimas piezas, Con fuoco y Arioso, hicieron que emergiera uno de los momentos estelares del recital.

Seguidamente entró en escena la música de Ástor Piazzolla con versiones para guitarra de tres de sus obras más conocidas: El gordo triste, tango que encumbró el cantante bonaerense Roberto Goyeneche, en un exquisito arreglo del propio Aussel, Retrato de Alfredo Gobbi, todo un gran homenaje a este violinista tanguero desde este indeciso e inestable "nuevo tango" en una versión de Pablo Ucelli, que Aussel ha dignificado en un interesante registro de IBSClassical, y Jacinto Chiclana, esa admirada milonga sobre letra de Jorge Luis Borges muy bien compensada en su arreglo por Pino Enríquez que lleva el tango casi a una nueva dimensión rítmico-expresiva. La suavidad de toque de Roberto Aussel justificaba ese nuevo enfoque.

El otro destacado cambio estético en el contenido del programa vino propiciado por las Variaciones sobre un tema folclórico de Anatolia del compositor y guitarrista italiano Carlo Domeniconi escritas en 1982 como si se tratara de una serena incursión en estilemas sufistas, que iban a tener continuidad en el no menos relajante homenaje de la guitarrista y compositora extremeña Inés Badolo a Toru Takemitsu con su obra Toru, en el que el magnetismo oriental del gran maestro nipón se hace presente desde el primer compás con un sentido propio y personal que trasciende cualquier tipo de imitación imaginable. El instinto creativo de esta compositora está muy presente en esta obra de 2014, reflejando cómo desde la guitarra se pueden explorar nuevas sonoridades siendo fiel a la particular esencia musical y carácter tímbrico del instrumento, en este caso bajo la inspiración dimanante del estilo gagaku, música cortesana japonesa del siglo VII.

El recital concluyó, como no podía ser de otra forma, con las Cinco piezas que Ástor Piazzolla dedicó a Roberto Aussel, motivado por la admiración como guitarrista que sentía por este compatriota. Como si la guitarra tomara de prestado la "rasgante" expresividad del bandoneón, el intérprete fue incrementando su tensión expresiva en cada uno de los episodios de la obra hasta llegar a una sorda manifestación percusiva en le última pieza, Acentuado, queriendo darle un sentido personal áspero de nuevo cuño, fuera de los habituales efectos con los que suele ser interpretada. Se cerraba así un recital que de por sí significó una verdadera clase magistral.

Ante el entusiasmo del público puesto en pie en gran mayoría, llegó el momento culminante de la velada con la interpretación de dos milongas como bises: Milongueo del ayer de Abel Fleury, de marcado acento pampeano, y Del tiempo E'Naupa del bonaerense Gerónimo Blanqui Piñero que, por unos instantes, permitieron se vivieran las mejores esencias musicales del gran país rioplatense con el cálido sonido y esencial sentido de Roberto Aussel.

José Antonio Cantón

Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA).

30-V-2021.

Recital de guitarra de Roberto Aussel.

Obras de Badalo, Bennett, Domeniconi, Lauro y Piazzolla.

936
Anterior Crítica / “Por la puerta grande” (Orquesta Andrés Segovia - Gallardo del Rey) - por Paulino Toribio
Siguiente Crítica / Dos instrumentos para la esencia - por Marco Antonio Molín Ruiz