Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica - Dos programas bien contrastados (Filarmónica de Gran Canaria)

Las Palmas - 26/06/2019

El prestigioso trompetista Pacho Flores escogió para su debut en la isla con la Filarmónica de Gran Canaria dos obras que han constituido su carta de presentación en medio mundo: Akbank Bunka de Christian Lindberg y Concierto Mestizo de Efrain Oscher, esta última dedicada por su autor a Flores. El venezolano, una fuerza de la naturaleza, avasalló en las dos piezas, plagadas de dificultades técnicas y resueltas con insultante facilidad, haciendo gala de un sonido torrencial que modulaba a voluntad sin que la orquesta, sabiamente liderada por Dmitry Liss, pese a la variedad y colorida de su instrumentación, pudiese hacerle sombra. La Obertura Blue Dragon, de Olga Viktorova, condensó en sus escasos ocho minutos un catálogo de sonoridades y formas de ataque que Lissi expuso contundentemente.

Cerro la velada una excelente lectura de la Sinfonía nº 15 de Shostakovich, donde la batuta supo enhebrar un discurso coherente, alternando diestramente tensiones y distensiones, salvo tal vez en el complejísimo movimiento final, cuya exposición resultó algo deslavazada, a lo que no ayudó cierta inseguridad en los ataques por parte de una orquesta que hasta ese momento se había desempeñado notablemente en los numerosos solos que pueblan la pieza. 

En la siguiente convocatoria, Karel Mark Chichon abrió la velada con la Obertura Caballería ligera, en homenaje a los 200 años del nacimiento de Suppe, con la brillantez y elegante sensualidad que exige, para continuar con la Sinfonía Concertante para oboe, clarinete, trompa y fagot de Mozart, donde los cuatro solistas de la orquesta dejaron muy buena impresión por la seriedad de su propuesta, musicalidad y empaste, respaldados por una batuta que supo dejarles  espacio para desenvolverse cómodamente, integrándolos en el juego de preguntas y respuestas con la orquesta.

La Séptima Sinfonía de Beethoven culminó la velada con una lectura impecable, que contra en criterio más frecuente, no tuvo reparo en hacer las repeticiones en los movimientos primero, tercero y cuarto. Empleando una plantilla mediana, 44 cuerdas, maderas y metales a dos menos las 4 trompas y un timbalero, obtuvo una admirable claridad del tejido instrumental, especialmente violas y cellos, fraseada con vigor y enérgicamente acentuada, de tempi agiles pero nunca apresurados que permitieron a la música respirar con naturalidad, incluso en el arduo último movimiento.

Juan Francisco Román Rodríguez

Pacho Flores, trompeta. Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Dmitry Liss.
Obras de Victorova, Lindberg, Oscher y Shostakovich.
Salvador Mir, oboe. Radovan Cavallin, clarinete. Miguel Morales, trompa. Miguel Ángel Mesa, fagot. Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Karel Mark Chichon. Obras de Suppé, Mozart y Beethoven.
Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.

Foto: Salvador Mir, oboe, Radovan Cavallin, clarinete, Miguel Morales, trompa y Miguel Ángel Mesa, fagot, junto a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y Karel Mark Chichon, tras interpretar la Sinfonía Concertante para oboe, clarinete, trompa y fagot de Mozart.

1332
Anterior Crítica: Llegaron, sí, para disfrute de todos - ¡Que vienen los rusos! CNDM
Siguiente Crítica - Harry Christophers y el mejor Monteverdi (Festival de Granada)