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Crítica / Deslumbrante selección de Aida - por Juan Francisco Román Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria - 27/09/2022

La temporada 22-23 de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria se inauguró con una selección de Aida (90 minutos) al mando de su director titular Karel Mark Chichon.

Pese a no tratarse de una lectura integra, lo que limita su coherencia y equilibrio interno, dejó una magnífica impresión gracias al elevado rendimiento de todos los participantes. En el rol titular Cellia Costea, que sustituía a la previamente anunciada Latonia Moore con problemas de salud, fue una sensible y musical Aida, un tanto distante, pero de hermosa y bien manejada voz lírico-spinto, con la que brindó etéreos pianísimos y una línea que lució singularmente en los instantes más poéticos, impecable el dúo final, sin problemas de registro en toda su tesitura, salvo el siempre problemático do agudo de O patria un tanto limitado.

SeokJong Baek nos dejó un Radamés infrecuentemente elegante y matizado, lejos de los habituales Radames vociferantes y de una pieza. Tenor lírico-spinto con facilidad para el detalle, como mostró desde su entrada con el recitativo Se quel guerrier y la célebre Celeste Aida, coronada con un ejemplar Si bemol final morendo como marca la partitura, culminó su participación en el sublime dúo O terra, addio junto a Aida, ejemplar en la profusión de medias voces y la impecable línea de canto.

Con todo, lo más esperado de la velada era el debut como Ammeris de Elina Garanca, que desde los inicios de su trayectoria había fijado sus ojos en este personaje. Garanca se encuentra en un momento álgido de su carrera. Manteniendo la belleza de su timbre privilegiado y la homogeneidad en todos los registros, el grave se ha desarrollado con naturalidad, permitiéndole afrontar un rol como Amneris que hace especial hincapié en esta zona, sin recurrir a forzamientos extemporáneos.  

Su interpretación del cuarto acto: escena y posterior dúo con Radamés y escena del juicio, alcanzaron una temperatura dramática de tal calibre que difícilmente se borrara de la memoria de los asistentes, constituyendo los momentos más brillantes de la velada.

Los otros 3 solistas convocados vieron limitada su participación a la gran escena del triunfo, dejando constancia tanto Krisjanis Norvelis, Faraón, como Rihards Macanovskis, Ramfis, de dos auténticas voces de bajo en excelente estado, más cavernoso el primero que el segundo. Rajiv Cerezo cumplió sobradamente con las escasas frases asignadas a Amonasro en el Grand Finale del Segundo acto, aunque su voz de barítono lírico no posea la oscuridad tímbrica y el volumen requerido en el grave.

Karel Mark Chichon nos ofreció una lectura evidentemente trabajada con ahínco, encauzando a los todos los implicados en una interpretación coherente, que fue de menos a más, con una escena del triunfo brillantísima en la proyección del sonido, de admirables efectos estereofónicos en las trompetas egipcias situadas en los palcos a ambos lados de la escena, que culminó en un cuarto acto formidable por su incandescente expresividad, contando para ello con los Coros de la Filarmónica de Gran Canaria y del Festival de Ópera de Las Palmas, dirigidos en esta ocasión por Josep Gil, opulentos y empastados, pese a algunos ataques a destiempo, y una Orquesta Filarmónica de Gran Canaria que se desempeñó con la versatilidad y calidad que conocemos, incluyendo intervenciones especialmente reseñables como el espléndido solo de oboe en O patria mía.

Juan Francisco Román Rodríguez

 

Cellia Costea, soprano, Elina Garanca, mezzo, SeokJong Baek, tenor, Rajiv Cerezo, barítono, Krisjanis Norvelis, bajo, Rihards Macanovskis, bajo.

Coro de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Luis García Santana.

Coro del Festival de Ópera de las Palmas / Olga Santana.

Maestro de coros, Josep Gil.

Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Karel Mark Chichon.

Selección de Aida, de Verdi.

Auditorio Alfredo Kraus, Las Palmas de Gran Canaria.

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