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Crítica / Convertir lo nuevo en repertorio - por Genma Sánchez Mugarra

Bilbao - 16/03/2023

Además del concierto para piano y orquesta Piscis del compositor bilbaíno Gabriel Erkoreka, hemos tenido la suerte de escuchar una variación de la Danza húngara n 1 de Brahms, a cuatro manos, interpretada por el pianista Alfonso Gómez y el director de la orquesta Erik Nielsen. Una grata sorpresa.

Curiosamente Bruckner, del que hemos disfrutado su novena sinfonía, fue continuamente criticado y enfrentado, por su reconocida admiración por Wagner, con la música de Brahms. El compositor austriaco nació en 1824 y murió en Viena en 1896. Su timidez y complejos hicieron que se refugiara en la música. En sus comienzos ejerció como maestro para luego convertirse, primero en el organista de la catedral de Linz  y después en el organista de la Corte. Sus improvisaciones eran legendarias y, sin embargo, sus obras no eran muy bien aceptadas por los brahmsianos que le achacaban que había compuesto nueve veces la misma sinfonía.

Se trata de una sinfonía incompleta, finalizada con un Adagio que algunos músicos trataron de finalizar sin éxito. La Orquesta Sinfónica de Bilbao la ha interpretado con precisión y la fuerza que requería dirigida por el maestro titular, Erik Nielsen, que disfrutó con su interpretación, con energía y exactitud. Los instrumentos por grupos, cuerdas y metales, se intercalaban con gran acierto. El primer movimiento es solemne y misterioso con una estupenda  participación de las trompetas. El segundo  despedida, culminado por el lento adagio que sostiene la cuerda apoyada como a lo lejos por el viento. Se agradece que, involuntariamente, no acabe con el estruendo final clásico.

El maestro Gabriel Erkoreka explicó en varias entrevistas que la obra que nos ofrecía como colofón del centenario de la orquesta y a petición expresa de la BOS, Piscis, representaba a dos peces que nadan en direcciones opuestas y que, sin embargo, se encuentran en numerosas ocasiones.

El compositor bilbaíno nació en 1969 y estudió con Carmelo Bernaola. Consiguió el Premio Nacional de Música en 2021. La obra estuvo interpretada por el pianista Alfonso Gómez, nacido en Vitoria-Gasteiz en 1978 y que ha sido el encargado de grabar el disco Works for Piano con música de Erkoreka. La pieza, que es muy exigente, fue ejecutada brillantemente,  sin descanso y con un apropiado acompañamiento sobre todo de la percusión; acuoso, por momentos el viento soplaba sobre el agua, otros de tormenta o, mejor dicho, galerna, de nuevo percusión y después la calma.

Tres son las principales ideas que motivan las composiciones del compositor y pianista de Bilbao: la conservación de la naturaleza, confrontación de lo individual y colectivo y los extremos de la mente. Este concierto, en su originalidad, no se adapta a las tres partes clásicas y su confrontación con la orquesta, con singularidad e innovación, es muy de agradecer al buscar la belleza a través de la tensión, del dramatismo intenso para que la mente del público haga sus propias interpretaciones.

Genma Sánchez Mugarra

 

Orquesta Sinfónica de Bilbao

Erik Nielsen, director

Alfonso Gómez, piano

Música de G.Erkoreka y A.Bruckner

Palacio Euskalduna de Bilbao

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