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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / André Schuen: Kindertotenlieder desde las entrañas - por Ramón García Balado

A Coruña - 22/01/2024

Presentación de Ascent de la compositora sueca Andrea Tarrodi, los Kindertotenlieder de Gustav Mahler, que tuvieron como solista al barítono André Schuen y la Sinfonía nº 3 (Litúrgica) de Arthur Honneger, tres obras para el programa del día. La invitada especial, la compositora Andrea Tarrodi, dio a conocer su obra Ascent (2015),  nacida como encargo de Der Geer Hallen Narrköping y que puso en atriles Catrin Winner, pieza de poco más de un cuarto de hora, resuelta en siete espacios sin solución de continuidad marcados por una actitud densamente contratante entre cada uno de ellos, gracias a un planteamiento descriptivo, que transcurre desde Occean Trench a Whales and Corals, Surface, Cityscape, Chacarita cemetery, Hypomanic Trails hasta completar con Under twillight Canoply.  Páginas coloristas y descriptivas en su densidad sonora.  Tarrodi probó sus primeras experiencias relevantes en los Albert Hall BBC Proms, al tiempo que recibía las atenciones de la Berlin P.O.; el Barbican Center o la Musikvein, tras sus años de formación en el Royal College de Estocolmo, en el Conservatorio de Perugia y en el College of Musik de Pitea. Maestros suyos fueron Jan Sandström, Pär Lingrem, Fabio Cifarello-Ciardi, Jesper Nordin y Marie Samuelsson.

Entre sus trabajos de mención, destacan Zephiros, con un Primer Premio de  Composición de Uppsala; Stellar Clouds, su primer concierto para piano y orquesta; Nala for Ensemble, Primer Premio de la ENM Competition; Aprilserenad, para soprano, mezzo y orquesta; Serenade in Seven Colours, para instrumentos de viento y percusión; Un Aeden, para viola, coro y orquesta; la serie de cuartetos para cuerda, merecedores del Swedish Grammy (2018), obras en su mayoría escritas en el espacio de un lustro, mientras cultiva al mismo tiempo su dedicación a la serie de transcripciones a partir de obras como El Amor brujo, de M. de Falla;  arreglos para metales de compositores barrocos como Tylman Susatto; Dos tiempos de Los Planetas de Gustav Holst-Marte y Venus-, y recreaciones a partir de musicales de Rogers &  Hart, como My Fanny Valentine, para instrumentos de metal. 

El bajo-barítono André Schuen, es cantante que participará en las actividades del CNDM en el mes de abril, acompañado al piano por Daniel Heide, dentro de su ciclo de Lied, interpretando los Vier ernst gesange, de Johannes Brahms y Das Knaben Wundenhorn, de Gustav Mahler. Una voz en la que se manifiestan aspectos que recuerdan a talentos como Mathias Goerne o Christian Gerhaher, tras su modélica interpretación de Die Schöne Magelone, de Johannes Brahms. Destacó igualmente en los roles de la trilogía Da Ponte mozartiana, con N.Harnoncourt. Un cantante nacido en La Val in Landin (Tirol, Suiza), comenzó su especialización en el Mozarteum de Salzburgo, con Horiana Branigteanu, realizando su estreno en la Bavarian State Opera, para seguir en la Wien State-Nozze di Figaro- y en el Covent Garden. Para DG, registró ciclos como Die Schöne Mullerin y Swanengesang, y la vida activa que mantiene, le llevó desde la Opera de Baviera-Lohengrin, con F. Xavier Roth-; a Così fan tutte-(Gugielmo,) con Christof Loy- y colaboraciones en la Gewandhause, con la Sinfonía nº  8, de Mahler, con Riccardo Chailly o la Berlin Philharmonie O., con Simon Rattle. Un Mahler en sus ambiciones gracias a las virtudes de una voz de volumen preciso y de una ductilidad remarcable para el tratamiento de los textos poéticos, y la comprensión hasta las  entrañas del género del lied.

Gustav Mahler-Kindertotenlieder (Canción para la muerte de los niños)-, obra estrenada por la Wien Philharmonie O.,  a comienzos de 1905 bajo su propia dirección y con el barítono Friedrich Weidermann, Ciclo completado entre 1901/4, a partir de textos de Friedrich Rückert, cantos con amargas premoniciones fatalistas, con el ánimo puesto en su querida hija María y con un posible estímulo fomentado por su compañera Alma del que quedarán argumentos en sus Recuerdos y cartas. Para Theodor Reik, analista y autor de The Haunting Melody, esos recuerdos, nos trasladan a las vivencias infantiles del compositor, después de padecer en su propia experiencia los amargos momentos de la pérdida de su hermano Ernst, tiempo en el que pudo conocer la poética de Rückert. Cantos que resultarán aliento de un futuro obsesivo, ya que en esos años, había perdido a otros seis hermanos. Una implacable obsesión fomentada por el Romanticismo que dejará su impronta en esta obra sinfónico- tonal, sobre un espectro estremecedor forjado por la propia poética. Nun will die Sonn´so hell aufgeh´n, refulgente por su tonalidad a la sombra de una tenue iluminación que predice el Erwartung de A. Schönberg: Nu will die Sonn´ so hell aufgeh´n, Als sei kein Unglück die Nacht geschehn.

Nun seh´ ich wolhl (Ahora comprendo por qué), en Do m., el cruce entre la enfermedad y la muerte a la luz estrellada y que cita al bies la Liebestod (Muerte de amor), de Richard Wagner, subyaciendo en ostensible ánimo ambivalente en estado de suspensión irresuelto tonalmente. Wenn deim Mütterlein (Cuando tu madrecita), que culmina Ach zu schnelle Erloschner Freudenschein! (Demasiado pronto se extinguió la luz), idea participada por Natalie Bauer Lechner y que resumen el poema estrófico conciso en su hipersensibilidad.  Oft denk´ich sie sind nur ausgegangen! (Pienso a menudo que sólo han salido), en Mi b M. para la insistencia de una visión apacible que busca la luz diurna. Der Ta his schön! (El día es hermoso), valdrá como un tanteo que nos sugiera el traslado al Adagio de su Novena Sinfonía, en un arrebato irresistible.  In diesem Wetter (Con este tiempo), en Re m., será la claudicación que resultará de la oposición de luz y sombra al borde de una entrega a las sombras voraces en una resolución de necesaria catarsis trascendente, que remedará lo que podríamos evocar del Urlicht (Luz prístina), procedente de su Segunda Sinfonía (Resurrección), para soprano, contralto y coro mixto, obra en cinco tiempo que en el Cuarto, ofrece Ulricht. Sehr feier aber schlicht Choralmässig. Urlicht: O Röschen roth! Der Mench liegt in grösster Notch!

Arthur Honneger- Sinfonía nº 3 (Litúrgica), del año 1945, la más personal del autor que pretende oponer a lo humano frente a la barbarie- años amargos que se amparan en la contemplación trascendente e intimista frente a las fuerzas ciegas e irracionales-, resuelta musicalmente en tres tiempos sobre un ideario del Requiem litúrgico : Dies Irae; De Profundis clamavi y Dona Nobis pacem. Aspectos que trascienden pues en cada tiempo: Allegro, Adagio y Andante  Aparecen similitudes con el War Requiem de Britten y la obra tuvo estreno en agosto de 1946, con Charles Munch, en su media hora de extensión, que abre el Dies Irae (Allegro marcato), en la canónica forma de sonata en dos temas abruptos y sin respiro que manifiesta una intención elocuente, preparando el De profundis clamavi (Allegro), una meditación y plegaria que deja entrever un pasaje a modo de lied, abocado a un fugato expresivo tomado de ideas de la entrada de la obra, en un sentimiento intenso en camino al Dona nobis pacem (Andante), que descrita por el clarinete bajo en su entrada pesante, una pincelada que describe al hombre maquinal desbordado por el grito del Dona nobis pacem, en un Adagio expuesto por las cuerdas al tiempo que una flauta clama por la ansiada esperanza de paz. Honneger a la búsqueda de sí mismo en una composición de dimensiones catedralicias.

Ramón García Balado

 

André Schuen. Orquesta Sinfónica de Galicia / Roberto González-Monjas

Obras de Andrea Tarrodi, Gustav Mahler y Arthur Honneger

Palacio de la Ópera, A Coruña

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