Música clásica desde 1929

OPINIÓN #LasMusas / ‘Lola Vitoria: Literatura y música’ (por Raquel del Val)

08/08/2021

Continuamos con la publicación de las distintas secciones de la revista RITMO disponibles hasta ahora solo en papel, continuando con “Las Musas”, donde las mujeres escriben sobre mujeres, una tribuna libre mensual donde rescatar la figura de compositoras, cantantes, instrumentistas, profesoras, musicólogas, directoras, etc.

En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de abril de 2021 por Raquel del Val.

Lola Vitoria
Literatura y música: la extraordinaria agudeza del ojo izquierdo

por Raquel del Val

La compositora, pianista y escritora Dolores Agustina Ana Vitoria Tarruella, conocida popularmente como Lola Vitoria, nace en Alcoy en 1880, aunque a los ocho meses se desplaza a la que será su tierra de adopción y testigo de sus éxitos, Villena.

Desde niña muestra cualidades extraordinarias, no solo intelectuales; al parecer se le atribuían ciertos poderes paranormales. Lo que sí parece probado es la temprana inclinación hacia la música, incentivada por el ambiente de los conciertos en Valencia a los que asistía con su madre, quien le facilita las clases de música a domicilio con los mejores profesores de solfeo, piano, guitarra, armonía y composición.

A los diecisiete años gana un concurso de composición con una obra sobre la Coronación de Alfonso XIII, comenzando una prolífica carrera en la composición y en la escritura, en un contexto en el que parece valorarse todo lo valenciano en cuanto a gusto musical, en detrimento de la influencia italiana; asimismo, Lola crece como artista bajo la influencia de grandes figuras como Francisco Tárrega y el también villenense internacional Ruperto Chapí.

La pérdida de su ojo derecho por una infección infantil y su carácter fuerte e independiente, no usual en las mujeres de su época, no impiden que conozca al que va a ser su compañero perfecto con el que se casa en 1900, su primo Tomás Giner, el hombre que asume una posición secundaria y prudente pero fundamental, que como hombre de ciencia, por su profesión de farmacéutico, le complementa e instruye en otros campos; son numerosos los retratos del matrimonio, en los que Lola siempre posa mostrando su perfil izquierdo, para ocultar la prótesis del ojo derecho.

La posición acomodada, sus inquietudes culturales, la vida social y el aporte científico de su marido son el perfecto germen de lo que van a ser las “veladas” sociales, al modo de lo que se conoce como “academia” en la Europa de finales del siglo XIX. El problema es que el ambiente cultural de Villena se queda algo pequeño para los fines que pretende Lola, así deciden trasladar las veladas a los lugares por los que frecuentemente viajan: Barcelona, Valencia y Madrid, e incluso fuera de nuestras fronteras, desplazándose con asiduidad a Francia, Bélgica e Italia. En este tipo de eventos conoce a la que será amiga y admiradora, Margarita Xirgú, a Ramón Gómez de la Serna y Jacinto Benavente, entre otros. En esta prolífica época de composición musical y literaria, en la que se codea con Francisco Alonso, Pablo Sorozábal o Tomás Bretón, escribe también libretos, obras de teatro y guiones cinematográficos.

En las famosas veladas suele mostrar preferencia por la compañía masculina, y no se recata lo más mínimo en expresar lo mucho que aprende de ciertos hombres cultos. También en este entorno se hacen famosos los duelos pianísticos con su cuñada Loreto García Ruzafa, eminente pianista, que por desgracia no tiene la misma suerte que ella, debido a que Loreto no recibe apoyo familiar para la consecución de su carrera como concertista, siendo obligada por su padre a convertirse en esposa y madre, perdiendo toda oportunidad de pasar a la historia como la gran concertista que sin duda pudo ser.

Compone nueve zarzuelas, obras para gran banda, música de cámara, orquesta de cámara con solista, varias obras para canto y piano y una numerosa producción para piano con más de treinta títulos. En el aspecto literario, escribe ensayos, dramas y comedias de éxito: Demasiado tarde, El príncipe soñador, En el hotel de Luciano Madariaga, Las hijas de Suárez o malos caminos, Lida Stalchio, Lierna, Lo que pueden ellos, Mariquilla de la luz y Sor Luz del amor divino, además del guion cinematográfico Hechizo gitano y la tragedia para la gran pantalla Leyenda de amor.

Analizando más detenidamente algunos manuscritos de sus obras para piano, su escritura refleja en numerosos pasajes la impronta de una pianista con poderosa técnica y los valores intrínsecos de la escuela pianística española de finales del siglo XIX y principios del XX, agrupando sus obras en estilos definidos impregnados de un sustrato literario propio de su ambivalencia como escritora.

Dentro de un romanticismo de tipo introspectivo se agrupan títulos como Andante doloroso, Égloga, Elegía, Finis terrae, Hacia la Libia, Mutación, Nocturno y Quietud de la selva. Más cercanas al estilo salón son: Minuetto en re mayor, Canzonetta, Teneusse (Vals), Caprichosa (Polka) y El ceremonioso (Minuetto). Sin estética definida, pero con especial atención al tratamiento de la armonía, hay que destacar Lamentos (Saeta), Lamentos de Pierrot sobre la tumba de Colombina y Preludio. Por otro lado, destacan las obras con suaves tintes de tipo nacionalista basadas en danzas populares: De vuelta al aprisco, En el patio fastuoso de Sobeya, Fiesta en la aldea y Zambra. Finalmente, en el grupo de obras escritas para el lucimiento del mecanismo, dominio de la articulación y velocidad, están Baile gitano, Danza de los venenos, Fantasía-Capricho, Flores y sonrisas, ¡Libérate patria!, Polka en re mayor, Minuetto-Capricho, la serenata Murga y la polka Sourette.

Su vida está también marcada por continuas idas y venidas desde una religiosidad profunda a grandes crisis de fe, así como vicisitudes trágicas como la muerte de sus dos hijas a corta edad, el allanamiento de su hogar por parte de varios milicianos en 1936, con la consiguiente reclusión en prisión, y el cáncer de endometrio que soporta estoicamente hasta que acaba con su vida en 1952.

Raquel del Val
Concertista de Piano. Titulada Superior en Piano y en Música de Cámara. Master en  Investigación Musical, Licenciada en Derecho, arreglista, docente y divulgadora.

Foto: “Lola siempre posa mostrando su perfil izquierdo, para ocultar la prótesis del ojo derecho” (en la imagen, junto a su marido Tomás Giner).

 

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