Música clásica desde 1929

Crítica - El poderoso imán del Encuentro de Santander “Musica y Academia”

25/07/2018

66 jóvenes músicos procedentes de 11 nacionalidades que se forman en los centros docentes de prestigio internacional, entre los que se encuentra la Escuela Superior de Música Reina Sofia, creada y dirigida por Paloma O’Shea desde 1991, han participado en el Encuentro de Santander Música y Academia que, con la cuidada organización de la Fundación Albéniz, se ha convertido por derecho propio en una de las manifestaciones artísticas más relevantes de la capital cántabra en la época estival.

La parte académica, que se ha desarrollado en el santanderino Conservatorio Jesús de Monasterio, ha contado con un excelente plantel de artistas que han impartido las clases magistrales en las diferentes disciplinas. En la de violín se ha contado con la presencia de Zakhar Bron y Mihaela Martin, en la de viola con Nobuko Imai, en la de violonchelo con Frans Helmerson, en las de flauta con Felix Renggli, en la de oboe con Hansjörg Schellenberger, en piano con Galina Eguiazarova y Marta Gulyás y, por primera vez en este evento, el fagotista Pascal Gallois, el trompista David Guerrier y el tenor Francisco Araiza.

Como en ediciones anteriores Péter Csaba, magnífico director artístico del Encuentro, y Fabian Panisello, se han ocupado respectivamente de la orquesta de cámara y del Ensemble.

Si la parte académica ha sido intensa, lo mismo cabe decir de la actividad concertística que ha tenido como ámbitos el Palacio de Festivales, en el paraninfo de la Magdalena, dentro de la programación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en la iglesia de Santa Lucia y en otros enclaves de esta región.  Es asombrosa la articulación que Péter Csaba hace en los programas de estos conciertos. Su interés ha sido de poderoso imán por sus contenidos, escuchando en muchas de las tardes obras de infrecuente audición.

El concierto inaugural en el que Juanjo Mena dirigió fenomenalmente a la Orquesta Sinfónica Freixenet del Encuentro, en la que el pianista asturiano Martín García fue el espléndido solista del Tercer Concierto para piano y orquesta de Rachmaninov, a la vez que se rindió homenaje a Debussy con La mer. Además, hubo una senda versión del Pájaro de fuego de Stravinsky. También se rindió homenaje al estupendo violinista Zakhar Bron con motivo de sus setenta años, y él, acompañado por la pianista Irina Vinogradova, estuvo deslumbrante con obras de Beethoven, Stravinsky y Tchaikovsky.

Pascal Gallois, Bron y Helmerson, junto con participantes del Encuentro, interpretaron el Trío para oboe, fagot y piano de Poulenc, la Sonata para violonchelo de Prokofiev, las Piezas de Fantasía op. 73 de Schumann en un arreglo para viola y piano, seguidas de un espléndido Primer Trío con piano de Anton Arensky, con Marta Gulyás, que demostró su maestría en el Primer Quinteto con piano de Ernö Dohnányi y en el Tercer Cuarteto con piano de Brahms.

Hay que destacar las versiones del Sueño de una noche de verano de Mendelssohn, de Le Tombeau de Couperin de Ravel o del Ricorrenze para quinteto de viento de Luciano Berio, con Pascal Gallois, y la Serenata n. 3 para oboe, clarinete, cuatro violines y violonchelo de Martinu con Hansjörg Schellenberger o el Nocturno-divertimento de Haydn con Felix Renggli. Francisco Araiza lució su clase con Las siete canciones populares de Falla y con el lied romántico, a los que sumó el aria de Lensky del Eugene Onegin de Tchaikovsky.

Por su parte, el trompa David Guerrier destacó en el solo para trompeta y piano de Honneger y fue solista en el concierto de clausura del Primer Concierto para piano (con trompeta) de Shostakovich, arropado por la Camerata Viesgo del Encuentro, muy bien dirigida por Péter Csaba, completando este programa con el Trío de cuerda en sol mayor de Beethoven con Mihaela Martin, Nobuko Imai y Frans Helmerson.

Todavía hay que referirse a otro concierto que, con carácter extraordinario, se celebró en el Centro Botín que al cumplir un año de su inauguración ha rendido homenaje a Renzo Piano, su arquitecto. En él y con la etiqueta Música para un espacio de Renzo Piano, El Ensemble del Encuentro, puntualmente dirigido por Fabian Panisello, interpretó la Primera Sinfonía de cámara de Arnold Schöenberg y las Once Canciones Populares de Luciano Berio con la mezzo madrileña Beatriz Oleaga. En el mismo programa se incluían los Domaines para clarinete de Pierre Boulez, que tuvieron en Ferran Arbona un cualificado intérprete.

Ricardo Hontañon

Foto: El Ensemble del Encuentro, dirigido por Fabian Panisello, con la bahía de Santander de fondo.
Crédito: Daniel Pedriza / El Diario Montañés

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