Música clásica desde 1929

Josep Vicent
Diciembre 2018 - Núm. 924

Josep Vicent

Constructor de emociones

Cuesta tener a Josep Vicent pendiente del entrevistador, pues su agenda echa fuego y su mente se divide entre los compromisos institucionales, profesionales e innatos del director de orquesta que es, al que se le va el pensamiento con las músicas de Beethoven o Tchaikovsky, el próximo compromiso que inaugura la temporada sinfónica de ADDA•SIMFÒNICA, la orquesta del Auditorio de la Diputación de Alicante de la que Josep Vicent es director titular y una especie de ADDA madrina y gurú artístico, que promete un ciclo repleto de magia y de gran música. “La dirección de orquesta es una de las profesiones más bellas del mundo”, afirma Josep, “mi profesión me permite trabajar con lo más abstracto del hecho interpretativo de la música y lo más emocional de la comunicación entre seres humanos”, sentencia con tanta convicción que se hace imposible debatir sus ideas. Habitual de formaciones internacionales del prestigio de la Orquesta Sinfónica de Londres, la Orquesta Nacional de Bélgica o la Orquesta de Cadaqués, en esta entrevista nos habla con enorme pasión de ADDA•SIMFÒNICA, “ha sido un proceso absolutamente mágico y desde mi punto de vista revolucionario, porque casi dos mil músicos de todo el mundo de un nivel absolutamente excepcional, incluyendo también un alto porcentaje de alicantinos, valencianos y españoles, presentaron sus candidaturas a unas audiciones para la selección de una orquesta de una cincuentena de músicos en plantilla estable de una calidad admirable”.

¿Qué es la dirección de orquesta para Josep Vicent?

Siento sinceramente que la dirección de orquesta es una de las profesiones más bellas del mundo. El estrés que te pueda conllevar la dificultad del trabajo o las complicadas agendas, está mil veces compensado por la oportunidad y el lujo que es estar rodeado de belleza. Mi profesión me permite trabajar con lo más abstracto del hecho interpretativo de la música y lo más emocional de la comunicación entre seres humanos y vivir por un momento, en cada concierto, en el universo del sonido. El director de orquesta ha de asumir la responsabilidad de construir el puente entre almas que nos acaba uniendo a todos en un auditorio.

Usted tuvo una larga carrera como solista, cómo se lleva el no tener contacto directo con un instrumento cuando se dirige…

Siempre sentí que el contacto de verdad importante, va más allá del hecho físico de la emisión del sonido que tiene que ver con las características físicas de la honda sonora de la música. Su peso, su densidad, su color, su nivel de energía, su transparencia, su estructura rítmica... Todas estas características se viven igual, casi incluso mejor desde la tarima de la dirección de orquesta, liberándote del conflicto técnico concreto de un instrumento u otro, permitiéndote conectar del modo más puro y directo con la energía emocional que puede generar el hecho interpretativo. Amo la música, amo los instrumentos que llegué a conocer en profundidad sinceramente, pero la verdad es que encontré mi vida y la mayor libertad creativa desde la dirección de orquesta.

Hablemos de un pasado reciente, como sus últimos compromisos con grandes orquestas como la London Symphony, la Nacional de Bélgica, la Filarmónica de Rotterdam o la Slovenian Philharmonic, entre otras...

Han sido unos meses muy buenos. Soy consciente que es un lujo y siempre una oportunidad dedicar las muchas horas de trabajo en el podio a colaborar con músicos del nivel de las orquestas que ha nombrado, algunas de ellas, como el caso de la Orquesta Sinfónica de Londres, la Orquesta Nacional de Bélgica o la Filarmónica de Eslovenia, las he dirigido con asiduidad, permitiéndome adentrarme en repertorios que han ampliado mis horizontes estéticos. Tengo grandes recuerdos de magníficas músicas contemporáneas y repertorio británico en el Barbican de Londres o la celebración del Día Europeo de la Música con los solistas ganadores del Concurso Queen Elizabeth en el impresionante BOZAR de Bruselas. Con la Slovenian Philharmonic han sido varias las producciones escénico-musicales en colaboración con La Fura dels Baus en el marco del prestigioso Festival de Lublijana. Me gusta el trabajo que genera proyectos de continuidad, los que te permiten desarrollar la relación director-orquesta, haciéndote descubrir nuevas versiones de ti mismo y encontrando influencias con las que te identificas. Con la Rotterdam Philharmonic tuve una experiencia inolvidable con un enorme alcance de públicos, en un proyecto que unificaba la música española con los ballets rusos y otro repertorio con enorme influencia de la música popular. En la temporada 2020/21 estaré de nuevo de gira con Orquesta Nacional de Bélgica, esta vez en España; me hace muchísima ilusión. Con la WDR de Colonia haremos un programa combinando Prokofiev con Manuel de Falla.

Y hablemos de un futuro inmediato, como su regreso a otras formaciones españolas, como la Orquesta Sinfónica de Barcelona, la Orquesta Nacional de España, Orquesta de Cadaqués o la Orquesta de Valencia…

Sí, las dirigiré durante el próximo año con proyectos y programas muy inspiradores y exigentes. Imagínese qué lujo poderle compartir que con estas orquestas españolas de enorme nivel estaré haciendo repertorios como las músicas de Ravel, la Sinfonía Concertante de Mozart, los estrenos españoles de la partitura de City Noir de John Adams, la Sinfonía Celebración de Alberto Ginastera, Iubilum y el estreno absoluto de la nueva música del compositor español Miguel Gálvez Taroncher. Me ilusionan especialmente los conciertos con música española en el Klara Festival en 2019.

¿Cómo prepara las obras que incorpora? ¿Cuál es su modo de estudio? ¿Concede mucho tiempo a la música actual? ¿Le gusta hacer estrenos?

Para mí, el proceso de estudio es un acto continuado, en el que mantienes en permanente actividad de revisión lo que has ido haciendo y los nuevos repertorios. Al principio, me gusta afrontar una partitura desde la independencia estética que siento desde mi propia visión para trabajar al comienzo con la disciplina a la que me obliga mi propio perfeccionismo, pero intentando mantener la libertad de, a veces, el exceso de influencia. Es increíble las sorpresas que me llevo al respecto de ideas que siento se habría preestablecido en mi mente, descubriéndolas de nuevo equivocadas al replantear las músicas desde cero cada vez. En estas frases anteriores puede descubrir que siento la música como un hecho vivo, como una realidad actual, de vanguardia, sean cuales sean los orígenes históricos del repertorio que se está haciendo, porque nuestra obligación como intérpretes es la de transportar a nuestro tiempo y al momento concreto el hecho del concierto, todas las músicas. Obviamente, entonces, amo la música contemporánea y dedico a ella mi tiempo con la misma entrega que con el repertorio histórico, e intento hacer de la obra-concierto, cuando la responsabilidad programática recae en el director, un equilibrio también de diferentes épocas.

Es el director titular de la Orquesta ADDA•SIMFÒNICA, que pertenece al ADDA (Auditorio de la Diputación de Alicante). ¿Cómo ha sido la creación de esta nueva orquesta y cómo es el proyecto de la temporada?

ADDA·SIMFÒNICA es el resultado de varios procesos que son hechos indiscutibles. El primero de ellos una demanda social en el territorio donde nace, Alicante, que viene de muchas décadas. El segundo, la conclusión de un proceso constructivo en la programación sinfónica del Auditorio de Alicante que lo ha llevado soportar una cantidad de conciertos de nivel, digna de cualquiera de los grandes auditorios del mundo, y un número de abonados estable que supera con creces las dos terceras partes del aforo de nuestros espacios. Tercero, la conclusión de sensibilidad que ha provocado la presencia de un proyecto de creación propia en el ADDA con su orquesta, siguiendo el modelo de encuentros creativos desde el año 2015 en que empecé a colaborar con esta ciudad, que ha sido imprescindible. A partir de todo esto expuesto, fue el año pasado, en que la voluntad política, la voluntad de la sociedad civil liderada por la unanimidad del patronato de la Fundación de la Comunidad Valenciana Auditorio de la Diputación de Alicante ADDA y así impulsado por el presidente y vicepresidente de la fundación, la Diputación de Alicante puso en marcha el presupuesto para hacer realidad la estabilización de su orquesta. Desde el punto de vista artístico, ha sido un proceso absolutamente mágico y, desde mi punto de vista, revolucionario, porque casi dos mil músicos de todo el mundo, de un nivel absolutamente excepcional, incluyendo también un alto porcentaje de alicantinos, valencianos y españoles, presentaron sus candidaturas a unas audiciones para la selección de una orquesta de una cincuentena de músicos en plantilla estable de una calidad admirable. La verdad, ilusionante.

¿Qué significa el ADDA, para Alicante y la Comunidad Valenciana?

El ADDA ha conseguido consolidarse y reforzar su actividad, convirtiéndose en un  referente nacional desde el punto de vista de la respuesta de públicos, con la renovación completa de sus abonados y un aumento de estos, debido a la gran demanda para su Temporada Sinfónica, desde la calidad programática, desde la cantidad de días programados al año, desde su producto propio y como lugar creativo en sí mismo, no solamente como continente, sino como influenciador directo del contenido programático final, estrechando su compromiso con la sociedad y los diferentes sectores culturales y sociales del territorio, incrementando su diversidad. Todo esto es posible gracias al equipo y a la apuesta de la Diputación Provincial y la Fundación ADDA, con los recursos optimizados, consiguiendo así ampliar el paradigma del territorio con la Cultura, como elemento dinamizador emocionante. El sueño para el ADDA es que se transforme progresivamente en un espacio abierto a la modernidad, global en su ambición y cercano en el día a día. Un espacio que no se construya solamente con un indiscutible respeto a la tradición, que es muy grande en Alicante, sino que también vaya de la mano a las nuevas generaciones.

por Gonzalo Pérez Chamorro

ADDA·SIMFÒNICA “De las grandes Sinfonías”
Josep Vicent, director

Obras de Beethoven (Sinfonía n. 5) y Tchaikovsky (Sinfonía n. 4)
14 de diciembre, 20 hs - ADDA

http://www.addaalicante.es/adda-simfonica/

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