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Ricardo Gallén y las Suites para laúd de Bach

Mario Alcaraz & Francisco Montañés

abril 2014

La consagración de un artista requiere de un acontecimiento que le abra definitivamente las puertas del lugar reservado a los Maestros. La grabación realizada por el guitarrista Ricardo Gallén (1972) de la obra para laúd de Johann Sebastian Bach (1685-1750) es uno de estos acontecimientos.

El disco Bach, complete lute works viene de manos del sello discográfico independiente Sunnyside Records, hasta ahora dedicado a la música de jazz, que ha decidido apostar por la música clásica con este magnífico lanzamiento. Nos encontramos ante un cuidadísimo registro sonoro grabado bajo la atenta supervisión de Norbert Kraft, uno de los ingenieros de sonido con más experiencia en la comprometida tarea de registrar con fidelidad el sonido de la guitarra.

Aquellos que aún desconocen este breve pero excelso repertorio de Bach, no hallarán mejor manera de descubrirlo que en esta magistral grabación. Los que ya lo conocían, disfrutaran de la que probablemente sea la mejor versión grabada en un instrumento de cuerda pulsada. Los seguidores de Ricardo Gallén se deleitan por fin con este ansiado registro sonoro.

Es casi innecesario decir que la obra para laúd de Johann Sebastian Bach constituye una de las cumbres del repertorio para instrumentos de cuerda pulsada de todos los tiempos, tanto por su extraordinaria belleza como por su extremada dificultad técnica. Esta música tardó en ser considerada como dedicada al laúd debido a las numerosas dudas que planteaban los manuscritos. De hecho, no serían incluidas dentro de la edición de la Bach-Gesellschaft, sociedad que comenzó a publicar sin espíritu revisionista las obras de Bach a partir de 1856, completando los 46 volúmenes de la obra en 1900. Para encontrar la primera recopilación de la obra para laúd de Bach habría que esperar a la publicación realizada por Hans Dagobert Bruger en 1921.

Libro de oro

Con esta música se ha hecho ya casi de todo y forma parte del libro de oro del repertorio de la guitarra, además, por supuesto, del laúd. La música de Bach se ha interpretado en guitarra, que sepamos, al menos desde que el ruso Mikhail Timofeevich Vyssotsky (1781-1837) publicara su transcripción de una fuga de El Arte de la Fuga en 1834 y, ya en 1909, el paraguayo Agustín Barrios, guitarrista y compositor, realizó las primeras grabaciones.

Pero, además, podemos encontrar numerosas incursiones en las Suites para laúd de Bach por parte de los intérpretes de teclado. De hecho, muchas de estas piezas se consideraron hasta principios del siglo XX como destinadas a instrumentos de teclado debido a la escritura original en dos pentagramas, la extrema dificultad y la falta de datos históricos más precisos. Esta controversia histórica ha dado pie a tocar algunas de las Suites en el piano (el musicólogo y compositor Howard Ferguson publicó en 1950 una versión para teclado de la Suite en do menor BWV 997), sobre el clavecín e incluso sobre un teclado con cuerdas de tripa, instrumento conocido como lautenwerke, lute harpsichord o clavilaúd, que pudo ser sobre el que el Kantor diera luz a la virtuosísima Suite BWV 996.

Y a pesar de todo, la propuesta de Ricardo Gallén es totalmente inédita. Este intérprete fuera de lo común nos propone su inmejorable versión sobre una guitarra clásico-romántica basada en Gennaro Fabricatore (c. 1830). Es decir, un maestro de la interpretación de nuestro tiempo tocando Bach en un instrumento decimonónico. Quien piense que la elección no es más que una excentricidad, una licencia artística o, lo que es peor, fuego de artificio, se equivoca rotundamente. Basta con escuchar para convenir en el tremendo acierto de la elección instrumental. Esta guitarra, más allá de su extraordinaria calidez sonora, posee unas características de pulsación que favorecen la articulación de cada nota. De esta manera Gallén se expresa por medio de una guitarra más próxima a la dicción de los instrumentos del barroco, lo que le permite abordar la música con mayor naturalidad, sin tener que emplear un laúd. Cuando Harnoncourt nos dice que la articulación es más importante que los instrumentos, probablemente se refiera a esto.

Preludios

Los Preludios de Bach interpretados por Gallén son un delicado torrente, un fluir tras otro, un hablar en música. Sin lugar a dudas, no se ha grabado en guitarra con tanta claridad de conducción de voces ninguna de las tres Fugas, la de la Suite BWV 997, la Suite BWV 998 y la Suite BWV 1000, ni se han registrado anteriormente estas suites de danzas con tanto carácter (el del intérprete y el propio de cada danza de la suite). La Courante de la Suite BWV 996 es de tan virtuosa elegancia, el Loure de la Suite BWV 1006a tan elocuente y sereno y la Giga y Double de la Suite BWV 997 tan graciosamente ágiles, que es para estremecerse.

Si tuviéramos que desvelar la clave de las desbordantes interpretaciones de Gallén, el secreto de su flexibilidad expresiva, de su fluidez y su capacidad discursiva, no dudaríamos en hacerlo con una sola palabra: naturalidad. François Couperin nos dice en su tratado de clave que habría que tener un aire de facilidad ante nuestro clavecín, solicitándonos no una pose sino la exteriorización de una manera de tocar, con naturalidad.

Más allá de su profundo conocimiento de las reglas del bajo continuo, de la ornamentación barroca y de las normas de articulación recogidas en los tratados de interpretación. Más allá también de su exuberante poderío técnico, nos encontramos con algo que sublima la maestría transformándola en pura naturalidad. El guitarrista se desvanece para dar paso a la música con la mayor plenitud. Estamos, en fin, ante un Maestro y, como diría Lope, “quien lo probó lo sabe”. 

DISCOGRAFÍA

BACH: Obra completa para laúd (+ Bonus: F. COUPERIN: Les Barricades Mysterieuses).
Ricardo Gallén.
Sunnyside Communications, Inc.
SSC1348. 2 CDs. 111’

SOR: Grande Sonate Op. 25. Sonate Op. 15 (B). Grand Solo Op. 14. Grande Sonate Op. 22.
Ricardo Gallén.
Eudora Records, EUD-SACD-1401. 75’

El deslumbrante sonido en SACD de este registro de cuatro espléndidas obras de Fernando Sor (1778-1839) a cargo de Ricardo Gallén, convierte este disco, de entrada, en el mejor grabado con música del guitarrista catalán. Pero la interpretación, con una guitarra romántica de Arnoldo García, sobre un modelo de Gennaro Fabricatore de aproximadamente 1820, es tan intensa, tan bella, que sitúa a Sor en el primer plano de la música instrumental para cuerda pulsada de la época. Solo el comienzo de la Grande Sonate Op. 25, un Andante Largo con reminiscencias haydnianas y mozartianas (alguna de sus Fantasías para piano, por qué no) convierte el disco en un intenso viaje que comenzó hace décadas en el estudia de una música muy enraizada en la vida de Gallén. De su maestro Kraft aprendió el toque, la delicada viveza melódica, pero Gallén llega más allá y ahonda en la capacidad armónica, sugerentes acordes y armonías flotan en su guitarra, descubren colores y aportan una atmósfera de una belleza narcótica, mágica. Uno de los mejores discos de guitarra de los últimos años, grabado en la Iglesia de San Miguel de Cuenca en septiembre de 2013.

Gonzalo Pérez Chamorro

Links de interés 

www.ricardogallen.com 

http://www.eudorarecords.com 

www.youtube.com/user/ricardogallen 

http://www.youtube.com/watch?v=yk-xYWrplOw

Acreditación de la foto: Jesús Cornejo

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