Música clásica desde 1929


Un punto de encuentro de actividades musicales con artistas, instituciones y gestores


Pedro Gandía Martín

La mano que mueve la OBS

enero 2013

La Orquesta Barroca de Sevilla hunde sus cimientos en los sólidos pilotes de destacados músicos que han apostado por ella desde su fundación en 1995, debida a Ventura Rico y Barry Sargent. El violinista bilbaíno Pedro Gandía Martín participa en ella desde el segundo concierto, por su contacto en Holanda con Sargent, aunque también conoce a Rico de los cursos de verano de Algeciras. En 2001 aceptó la propuesta de sus compañeros de asumir el puesto de director artístico, sin descuidar su faceta de violinista. Diseña la programación, contacta con los directores y solistas, distribuye los puestos de atriles, los refuerzos que completan el núcleo estable de la orquesta, controla la producción discográfica… Confiesa que ha ocupado todos los puestos musicales y organizativos posibles dentro de la OBS, desde cargar atriles a tocar como concertino-director, lo que dice que le permite actuar con perspectiva y respeto hacia sus compañeros. Es también profesor de Musikene, de los Cursos de Música Histórica de la Universidad de Salamanca y Aracena, y miembro del Trío Passamezzo Antico. Teniendo como prioridad educar y disfrutar de sus dos hijos, explica que solamente puede conseguirlo siendo eficaz cuando duermen. También cuenta con otro componente de esta ecuación a priori imposible, y es que reconoce estar rodeado de excelentes amigos/profesionales. “Creo que sé formar parte de buenos equipos bastante variados”.

Hay varias orquestas de música antigua en España. ¿Por qué la OBS?

Cuando se fundó la agrupación no había prácticamente orquestas barrocas en este país. En todo caso, la OBS es única en la actualidad porque surge de la voluntad de los músicos, que a la postre son los que producen el sonido en el concierto. Los mismos músicos tocan con una implicación mayor en la OBS que en otros grupos porque se sienten parte del proceso.Por otra parte, carecer de un director fijo nos permite escoger los mejores directores para cada estilo de música que programamos. Todos asociamos Leonhardt con Bach, Coin con Haydn, Onofri con Italia y eso se nota  en cada concierto. Los grandes músicos que nos visitan han dedicado con frecuencia su vida a un compositor, periodo, estilo… y dejan un poso. Y nosotros nos alejamos del capricho, ego (o inconsciencia de las limitaciones propias…) de una personalidad que lidera un grupo en solitario.

Su plantilla varía con frecuencia. ¿Es posible tener un sonido propio con músicos freelance?

Pues es curioso porque el núcleo duro de la OBS, aquellos músicos que llevamos desde el 95 en la orquesta, seguimos allí en su mayor parte. ¡Tenemos una vieja foto en la que estamos todos! Luego, sí es verdad que nuestro repertorio abarca desde Monteverdi hasta Mendelssohn, y los refuerzos freelance deben ser necesariamente diferentes para cada estilo.

La orquesta tuvo unos inicios brillantes, luego ha atravesado varias crisis económicas significativas, y ahora le llega su primera temporada estable en plena crisis. ¿Cómo se explica?

Lo importante es que nunca ha habido una crisis musical, artística. En lo económico, quizás hemos sido muy transparentes y hemos contado demasiado a la sociedad y la prensa. Pero es que había que contar que con un presupuesto irrisorio con respecto a cualquier orquesta sinfónica, estábamos haciendo música de la mejor calidad a nivel internacional. Y pagando los mejores sueldos del sector, dando de alta religiosamente en la Seguridad Social… Desde mi punto de vista, los inicios fueron brillantes en cuanto a la pasión por el ensayo, la conciencia de estar participando en un proyecto especial. El caso es que todos tocábamos por Europa en grupos de referencia, pero queríamos hacerlo en España, y apostamos por ello. Actualmente, vemos nuestro sueño cumplido.

También es reciente la cantidad de premios recibidos. ¿Han influido en el apoyo institucional y en esta cierta “estabilidad”?

Sí, sobre todo a raíz del Premio Nacional de Música 2011 recibimos más ofertas de concierto y patrocinio, más gente quiere oírnos y necesitamos menos presentación que antes. Tenemos apoyo institucional de prácticamente todas las instituciones andaluzas, pero las cantidades son irrisorias con respecto a otras agrupaciones europeas. Y la aportación privada en España es testimonial, con una ley de mecenazgo que empieza a pertenecer a la sección de quimeras de los sucesivos gobiernos...El nivel de los músicos españoles es absolutamente parangonable al de cualquier país europeo. Y los solistas y directores que han visitado la OBS no se han cansado de repetirlo. Hace tiempo me decía un gestor cultural: “ya, pero por ese precio me traigo una orquesta holandesa”. Para mí, que vivía en Holanda, tocaba en Les Musiciens du Louvre de Minkowski y conocía la realidad de la OBS y la de esa orquesta de segunda división holandesa, era (y es aún) indignante escuchar algo así. Es de un catetismo intolerable, imagino fruto de horas de despacho ajenas a la realidad.

¿No ha sido sorprendente la vinculación de Leonhardt con la OBS hasta el final de su vida? ¿Hubo proyecto de disco?

Sí, sorprendente. ¡Quién me lo iba a decir a mí cuando pasaba horas escuchando sus vinilos en casa de mis amigos Gibert-Cobos! Si no me equivoco, ha sido la única orquesta española que dirigió el maestro de maestros, y en varias ocasiones; son conciertos que están grabados a fuego en la memoria de cada uno de nosotros. Todavía recuerdo con emoción la primera vez que cogí el teléfono para llamarle. Al otro lado, se oyó: “Met Leonhardt?”. Pensaba que (elegantemente, eso sí) me mandaría a freír espárragos a la primera. Pero ahí seguía charlando de cantatas de Bach, a cuento del ciclo que se hacía en Madrid. Yo le escuchaba sin dar crédito, absorto. Con él hicimos mucho Bach, Rameau, Purcell (teníamos ya programados con él nuevos conciertos que se truncaron por su muerte). Y sí, dado que hacíamos tanto Bach, le propuse grabar la Pasión según San Juan. Casi nada. Le asustaba un poco la idea de movilizar tanta gente, tanto ensayo a su edad… Pero, quién sabe, si hubiera vivido algún año más, podríamos haber hecho realidad ese sueño. Entre las cosas, de las que más orgulloso me siento está el que me consta que él quería dirigir más y más a la OBS y, de hecho, nos recomendó a varios festivales como orquesta con la que quería actuar. En fin, fue un fenómeno, un hombre sin igual.

En el terreno discográfico, la creación de un sello propio supongo que ha supuesto otro avance.

Sí, la discográfica supuso poder gestionar el proceso de principio a fin, y una libertad artística total. Y seguimos adelante, sobre todo con las universidades andaluzas en el marco del proyecto “Atalaya”, grabando inéditos... ¡Pero hay tanto por hacer, por grabar! El clasicismo madrileño, la Princesa de Navarra de Rameau que haremos ahora en el Maestranza, el Nebra que hacemos en La Zarzuela, los conciertos de violín de Felipe Libón con Carmignola … El CD aún sigue siendo importante como objeto de culto, pero todas nuestras grabaciones están disponibles para descarga en la web de la orquesta, claro.

¿En qué punto se encuentra en este momento la orquesta?

Creo que estamos en el mejor momento posible, aunque el país parece que no lo pueda absorber; no hay circuitos establecidos y eso imposibilita repetir conciertos, abaratando costes. Por ello estamos ampliando horizontes y aumentando nuestra presencia en Europa. ¡Exportemos música española! Hay proyectos nuevos ya hechos que saldrán ahora (dos CDs dedicados a Brunetti y De la Puente), y un gran  libro de deseos por cumplir, que haremos los próximos años. Económicamente (aunque una orquesta barroca privada siempre está en crisis, por principio), creo que hemos diseñado un esquema de funcionamiento abierto al patrocinio que hace de la OBS una de las apuestas más sólidas y estables del panorama actual para cualquier institución que quiera colaborar con nosotros.

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