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Juan Carlos Rodríguez

Parada en el piano de Clementi

mayo 2015

Pianista nacido en Cádiz y residente en Granada, tarde o temprano el destino le tenía reservado su momento Falla, ya que el compositor, también gaditano y residente granadino, donde ejerció una fuerte influencia cultural, que se mantiene activa en la actualidad, recorrió el mismo camino que ha recorrido Juan Carlos Rodríguez. Mientras observamos desde una encantadora terraza madrileña el ir y venir de las gentes, hablamos de Falla, del ir y venir de su piano, que arranca con miniaturas deliciosas y culmina con las obras mayores, como las Cuatro Piezas Españolas o la Fantasía Bética, que cronológicamente Juan Carlos Rodríguez ha interpretado y grabado en esta disco para el sello Paladino. Desde el Nocturno a Pour le Tombeau de Paul Dukas, como desde nuestro café al gintónic, Falla va de menos a más, creando paso a paso una producción y un sello propio, que el pianista gaditano ha sabido plasmar en su nuevo trabajo discográfico.

Nació en Cádiz, cerca de la Plaza de Mina y reside en Granada. ¿Se ha sentido en la obligación de tener a Falla como destino tras este mismo recorrido que el compositor?

El hecho de haber nacido en la misma ciudad que Manuel de Falla no ha supuesto una obligación para que su obra forme parte de mi repertorio desde la niñez. Constituye todo un placer el tener la oportunidad de haber grabado su música para piano. Mi vinculación con el compositor siempre ha estado presente en mi desarrollo como músico. La figura de Falla siempre estuvo ahí sin ser un factor condicionante. Es un ejemplo a seguir. Su música es sincera, se desarrolla con naturalidad y frescura, y este hecho permite al intérprete desarrollar aspectos musicales y artísticos que Falla sabía magistralmente aportar en su obra, tales como el fraseo y la respiración, herramientas fundamentales para presentar un discurso musical que pueda permitir al oyente captar el mensaje que el intérprete quiere transmitir y calar directamente en cada persona.

¿Cómo se entiende a Falla en junio de 2015?

Creo que está más vivo que nunca. En muchos aspectos se siente como un compositor cosmopolita, anticipa formas en la concepción de su obra que rompen con moldes o estereotipos. Sin ir más lejos, su Tombeau dedicado a Paul Dukas (Pour le Tombeau de Paul Dukas, de 1935), es una amalgama de colores y contrastes, desarrollados dentro de una escritura vertical que, sin tener que resultar monótona, presenta una sonoridad pianística que nos sumerge en un ambiente totalmente nuevo y original. Si lo comparamos con su Nocturno, su primera obra para piano (1896), son dos mundos muy diferentes, pero con el sello personal que Falla otorgaba a sus obras, haciéndolas especiales, únicas.

¿Ha tenido en cuenta la fuerte presencia interpretativa, llamémosla jurisprudencia sonora, con la obra de Falla?

Como bien sabe, la universalidad de la obra de Falla está plasmada en las diversas versiones que existen de sus obras. No obstante, he querido aportar mi visión propia a la forma en la que creo que se desarrolla su música a nivel interpretativo. En mi opinión, la naturalidad, la frescura y la originalidad son características en la obra de este compositor. El pianista debe tocar con continuidad, para que el discurso musical se desarrolle con la fluidez apropiada. Creo que el equilibrio sonoro se encuentra aquí. Falla es rico en expresividad y matices, como lo es la música popular de la que se influenció en tantos aspectos. En su música puedes encontrar a Chopin, a Satie, a Debussy, a Ravel e incluso a Mussorgsky, pero siempre es Falla. Creo que esta característica hace que el intérprete busque un balance que le permita adecuar todos estos elementos y transformarlos en algo propio. En definitiva, todo consiste en convertirse en un transmisor de las voluntades del compositor y teniendo en cuenta algo absolutamente esencial: la Música (con mayúsculas) como objetivo final. El compositor la crea y, en este caso, el pianista la presenta. Cada uno adopta su papel, pero teniendo claro que el mensaje que se transmite al público debe trascender a ambos.

El disco se grabó en Barcelona pero tengo entendido que se montó en Austria, en Viena. ¿Cómo reaccionan ante Falla los vieneses, como nosotros con Strauss?

Creo que la obra de Strauss y la de Falla tienen algún que otro aspecto en común, y uno de ellos es sin duda la elegancia. En este sentido, el Maestro del vals vienés tiene bastantes connotaciones con Falla. También podríamos decir que hay un cierto refinamiento. Los vieneses tienen fama de ello. Buena prueba de esta característica la podemos encontrar en la primera de las Cuatro Piezas Españolas, la Aragonesa. Qué duda cabe que es una jota, pero escrita con tanta elegancia que te deja al oírla un agradable sabor de boca. Cuando la música está bien concebida, creo que finalmente los estereotipos o clichés tienden a desaparecer. Lo mismo le ocurría a Schubert. No sólo era un maravilloso creador de Lieder. Por ejemplo, tenemos el caso de su ópera Fierrabras, aunque el público tardara un tiempo en reconocerlo.

Háblenos del disco en sí, de las obras y su relación con ellas…

La gestación de este proyecto discográfico surgió hace unos tres años. Como he comentado anteriormente, siempre he sentido una fuerte vinculación con Falla, ya no sólo por haber nacido en la misma ciudad y por seguir el mismo recorrido hacia Granada, sino por lo que su música representa. Quién me iba a decir que iba a terminar grabando su obra para piano, con la de veces que en mi niñez pasaba delante de su casa natal y me paraba a contemplarla desde un rincón de la Plaza de Mina… Y para un sello austríaco…

Bien dicho, ya que hay sellos españoles que graban Schubert, como debe ser…

Exacto, y eso es bueno… Como le decía, una de las cosas que más me agradan de este disco es la presentación de las obras siguiendo un orden cronológico de las mismas. Esto, que a simple vista puede parecer obvio, ofrece una interesante forma de mostrar la evolución del compositor, tanto a nivel estructural como musical. Para empezar, tenemos el Nocturno, una pieza de corte romántico a la manera de Chopin, con una bella melodía arropada por un acompañamiento que deja entrever el rubato, algo tan característico del compositor polaco. Pero ya desde esta obra, concebida desde la influencia chopiniana, la personalidad de Falla aflora y se hace latente, como se demuestra durante el transcurso de su desarrollo, utilizando elementos muy propios como el uso de escalas modales, anticipando lo que en un futuro se convertirá en un sello de su identidad personal.

Hasta llegar a las obras mayores hay una importante evolución…

De ahí a las Cuatro Piezas Españolas se proyecta un camino que evoluciona sin perder equilibrio o finura, cargado de esencia. Su Canción es una de esas piezas que, a pesar de su sencillez, no deja indiferente a nadie. Precisamente su belleza radica en su genial simplicidad. Me recuerda bastante a Satie, aunque de la forma que creo que Falla lo sentía. Otra de las piezas que me resultan muy gratas es el Vals Capricho. Posee una amabilidad y nobleza que la hace especial, de una bella inocencia. Y la Fantasía Baetica... En mi opinión, no hay otra “fantasía” como ésta. Muchos compositores han presentado en su catálogo esta forma musical, esta representación de ideas tan originales que esta estructura ofrece. Pero la manera en la que Falla las plasma y las desarrolla, deja totalmente perplejo tanto al intérprete como al oyente. El pianista no sólo se enfrenta a problemas técnicos importantes que ha de resolver con éxito, sino al reto que supone el poder presentar los elementos que conforman la obra de manera coherente e interrelacionada. Creo que aquí radica el éxito en la interpretación de esta magnífica música, en comprender y hacer entender al oyente todas las cosas que van surgiendo y que nos vamos a encontrando al escucharla. Podemos oír perfectamente un rítmico zapateado desde el principio, una preciosa nana a modo de intermezzo, la melodía profunda de un cante jondo, el rasgueo de una guitarra, hasta una completa orquesta, y todo ello tocado en un instrumento de “sólo” ochenta y ocho teclas. Me parece algo increíble...

¿Falla sugiere e indica sonoridades?

A lo largo de todo este proceso de desarrollo, Falla te muestra cómo debes buscar la sonoridad más adecuada que se adapte al concepto, a la idea que se quiere reflejar, transmitir. La forma en la que estudias debe ir enfocada hacia ese fin. Es un privilegio tener la oportunidad de ofrecer un testimonio sonoro que pretende servir para presentar a Falla como un creador universal.

Gracias. Escucharemos el disco con sumo placer.

 

agenda

Junio. Presentación del CD en La Quinta de Mahler, Madrid, jueves 25 de junio a las 20 horas.

Julio. Presentación del CD en la SGAE de Barcelona. Entrevista para Catalunya Música (fechas a concretar)

Septiembre-Octubre. Presentación del disco en el Instituto Cervantes de Viena (fechas a concretar)

Septiembre-Noviembre. Recital en el Auditori Pau Casals (fechas a concretar).

Noviembre. Recital en Zúrich (fechas a concretar).

Diciembre. Grabación para Naxos con obras de Clementi.

https://www.paladino.at/cds/pmr-0062

http://www.juancarlosrodriguez.es/

Foto: El pianista gaditano Juan Carlos Rodríguez
Acred: MARCO BORGGREVE

Por: Gonzalo Pérez Chamorro

 

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