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Javier Perianes

“La relación con un Maestro es para toda la vida”

junio 2013

Lúcido, honesto y apuntando fino: como cuando se sienta ante el piano, Javier Perianes, una de las figuras más prometedoras del panorama musical internacional, habló con RITMO con motivo de una serie de recitales en Varsovia. Con la misma naturalidad de sus proyectos, de sus recuerdos y de su visión del piano, se le podría escuchar durante horas: tocar, y hablar.

No es la primera vez que vienes a Polonia, ¿cómo te sientes aquí?

Viajar a Polonia se ha convertido en otra ruta muy querida para mí, aquí en Europa. La primera vez toqué en la sala Lutoslawski de la Radio, la segunda fue en el Palacio Real, la tercera con la Filarmónica de Varsovia y ésta es la cuarta ya. Cada una ha sido una experiencia distinta, única.  

¿Qué tal el público?

A mí me parece un público extraordinario. Cuando estuve con la Filarmónica de Varsovia me pareció una gente muy entendida, muy respetuosa. Cuando ves la programación de las salas te hace pensar que hay una cultura en torno a la música clásica de cierta potencia. Son muchísimos años de grandes intérpretes y tradición.

En programa has tenido obras de Schumann, Beethoven y Falla, ¿Hay algún nexo o es un programa de contrastes?

Es un programa lleno de contrastes. Las Escenas de niños de Schumann es una de esas obras que son fácilmente digeribles para el público (no quiero decir que las otras no lo sean, pero si nos metemos en el Schumann de las Sonatas o Kreisleriana, ya suena un poco más complejo) y ese ambiente infantil, un poco nostálgico, casa muy bien con la Sonata Op. 26 de Beethoven por todo el drama que hay detrás: es una Sonata que incluye una marcha fúnebre y eso le confiere un tono sombrío, sin olvidar que el principio de la sonata es muy original (hasta la Op. 109 no lo vuelve a hacer) porque es un primer movimiento con variaciones, donde creo que Beethoven mira de reojo a Schumann. Creo que es un programa lleno de guiños, de reminiscencias. La segunda parte rompe, pues era de casi obligado cumplimiento hacer música española, y qué mejor que hacerlo con nuestro compositor más internacional: Manuel de Falla. 

Tú último disco es de Sonatas de Beethoven, supongo que ha sido una oportunidad para profundizar en el piano beethoveniano…

Durante esta temporada la presencia de Beethoven está siendo una constante en mi programación (raro es el programa en el que no haya una obra suya). Es una ocasión extraordinaria para profundizar, adentrarse en su producción tanto de  música de cámara, como de los Conciertos así como las Sonatas para piano solo. Se trata de un recorrido, no tanto cronológico, sino más bien estilístico, de las diferentes facetas de Beethoven como compositor.

Y el piano de Beethoven, ¿cómo lo definirías?, ¿es cierto que es un piano orquestal?

Absolutamente. El piano de Beethoven es un piano orquestal, pero también es un piano de cámara: hay muchos momentos, cuando tocas Beethoven, en los que estás escuchando un solo de flauta, otros (como en la Op. 110) en los que claramente escuchas un recitativo acompañado por una base orquestal. Yo diría que es un piano muy completo, en el que puedes encontrar rastros de todo, incluso momentos (como los ariosos de la Op. 110) con fragmentos hasta vocales. Así que yo diría que es un piano eminentemente musical.

Y, sinceramente: ¿sólo, de cámara o con orquesta?

Solo, de cámara y con orquesta. Cada uno tiene su encanto. El recital en solitario te da una visión muy cercana del Beethoven pianista, pero sin la aportación del Beethoven músico de cámara u orquestal, no puedes afrontar ninguna de las tres disciplinas. Necesitas conocer la música, e incluso haberla tocado, de esos tres “Beethovenes”. Tener todo ese conocimiento de una manera más integral creo que ayuda a la hora de afrontar cualquiera de las tres disciplinas.

Volviendo a proyectos discográficos anteriores, en los que recuperaste música española (Blasco de Nebra, Falla, Mompou), ¿tienes algún plan en mente que siga esta línea?

En el futuro cercano, no. En septiembre de este año sacamos un disco dedicado a Chopin y a Debussy, a las conexiones entre ambos compositores. El próximo año sacamos un disco dedicado a la música para piano solo de Mendelssohn. Después vendrá un disco Grieg con la Sinfónica de la BBC, con el famoso Concierto para piano y una selección de las Piezas Líricas. Entonces, la próxima aventura con la música española, ¿cuándo será? Posiblemente después de Grieg, o  incluso más adelante, aún no está decidido.

¿Crees que la música española está en crisis como el país?

No lo creo. En España siempre ha habido generaciones de intérpretes extraordinarios, de músicos muy bien formados. Vivimos en un momento en el que afortunadamente podemos encontrar a grandes instrumentistas españoles formando parte de orquestas de prestigio internacional. Creo que es una muestra de que el sistema del que han salido posiblemente no fuera perfecto, pero tampoco era tan malo.

Y si estuviera en tu mano cambiar algo en la enseñanza musical en España, ¿qué harías?

Lo apoyaría de una manera mucho más decidida, sobre todo a los conservatorios. Se nos olvida muchas veces que en los conservatorios es donde se plantan todas esas semillas de las cuales después salen todos estos intérpretes geniales.

Un poco de psicoanálisis: ¿vienes de familia de músicos o eres generación espontánea?

Yo debo de ser generación espontánea. No tengo ningún antecedente directo músico.

¿Algún recuerdo musical de tu infancia?

Recuerdos muchos, pero hay uno que conservo con especial ilusión que  fue cuando mis padres  me compraron mi primer piano. Cuando llegué a casa, vi que mis padres sostenían una manta (detrás estaba el piano que aún yo no podía ver).  Pensé en muchas posibles sorpresas pero en ningún caso podía imaginar lo que esa manta escondía. Cuando la quitaron, me quedé completamente petrificado. Ese recuerdo para mí ejemplifica a la perfección lo que fueron los comienzos, el esfuerzo y sacrificio que hicieron mis padres para hacer posible que yo pudiera empezar.

Y, tus maestros, ¿cuáles han sido y cuáles son?

Mi primera profesora de piano fue Julia Hierro, luego estuve en Huelva con Lucio Muñoz, María Ramblado, luego me fui a Sevilla y a Madrid con Ana Guijarro y Josep Colom… y esos han sido mis maestros. Lo han sido, lo son y lo seguirán siendo. La relación con un Maestro es para toda la vida.

En 2012 te dan el Premio Nacional, eres artista residente en Granada… ¿qué te espera en este ya mediado 2013?

Este 2013 lo empecé con una residencia, una nueva figura que se ha creado en el Teatro de la Maestranza y la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, una residencia muy apasionante porque consiste en un recital, un concierto de música de cámara (que acabo de hacer con el Cuarteto de Tokyo en su gira de despedida), un concierto en temporada de la orquesta, un concierto de música de cámara con músicos de la orquesta, y los Cinco Conciertos de Beethoven.  Es un proyecto muy apasionante. Otros momentos significativos de este 2013 son el debut con la Orquesta de San Petersburgo, el debut en el Royal Festival Hall con la Filarmónica de Londres, la integral de los Conciertos de Beethoven con la orquesta Ciudad de Granada, el debut en el Suntory Hall de Tokio junto a la Yomiuri Nippon Orchestra… En fin, proyectos muy apasionantes.

Gracias Javier y que el resto de 2013 sea tan bueno como hasta ahora.

Por: Inés R. Artola
Crédito de Foto: Benjamín Ealovega

 

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