Conversamos con Irene Alfageme, una de las pianistas especializadas en acompañamiento vocal y música de cámara más destacadas de nuestro país, que acaba de sacar al mercado el disco “Cuadernos Secretos” junto a la soprano Raquel Lojendio en el sello Eudora. Alfageme habla con RITMO sobre el origen de este proyecto discográfico dedicado a las canciones para voz y piano de Jesús Legido y su doble faceta como intérprete e investigadora de la obra del compositor vallisoletano.
¿Cómo surge la idea de grabar este disco? ¿Cuándo entró en contacto por primera vez con la música de Legido?
Conocí a Jesús Legido en el ensayo a piano junto al oboísta Sebastián Gimeno para el estreno de su Concierto con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Mi sorpresa fue al preguntarle por sus canciones para voz y piano, descubrir su amplio catálogo, ¡nada menos que 118 canciones! Estas me cautivaron tanto que me lancé a realizar una tesis doctoral sobre ellas… Jesús Legido es uno de los compositores españoles que más han impulsado la canción de concierto a partir de 1975 y, como no podía ser de otra forma, decidí plasmar en el disco todo aquello en lo que había estado sumergida en los años de investigación. Para esa aventura tuve la grandísima suerte de contar con la maravillosa Raquel Lojendio… con ella todo es fácil, porque su voz y su manera de hacer música te cautivan.
¿Por qué eligió el título “Cuadernos Secretos”?
El título “Cuadernos secretos”, proviene de los Cuadernos secretos, tres recopilatorios de poemas, que Francisco Javier Martín Abril ocultaba en su armario y fueron descubiertos por sus hijos tras su muerte. Algunos de estos poemas formaron parte de su poemario Violetas mojadas, título que Legido toma para uno de los ciclos que componen el disco. Para mí, este trabajo es una manera de descubrir la voz de Jesús Legido, sus impresiones, sus emociones, sus paisajes… ya que muchas de sus partituras estaban en mis manos, y gracias al disco son alcanzables a todo el público. La portada del disco en esa biblioteca es una fotografía de DaniMantis y muestra ese aspecto nostálgico y melancólico, tan presente en su música.
Usted es autora de la tesis doctoral Las canciones para voz y piano de Jesús Legido: Un análisis poético-musical, ¿cuáles son las peculiaridades del lenguaje de Legido en las canciones grabadas en este disco? ¿Y qué tratamiento hace del piano en estas canciones?
Decidí grabar en el disco aquellos ciclos de canciones que nunca habían sido grabados. La selección recoge el lenguaje de todas sus etapas compositivas a través de los pilares temáticos de su obra vocal: la vida, la muerte y el amor, extraídos de una cita del compositor al poema Tres heridas, de Miguel Hernández. El lenguaje de Legido busca siempre comunicar un mensaje, a través de una parte pianística sobre la que se sostiene la parte vocal. Describe de manera magistral los paisajes castellanos a través de las tonadas zamoranas en los Romances del bajo Duero, con un piano muy virtuosístico, que contrasta con el tratamiento introspectivo de sus Violetas mojadas. Estas diez canciones breves llenas de frescura muestran un amplio abanico de recursos sonoros, que evocan los dibujos con los que Francisco Javier Martín Abril acompañó sus poemas. En Oración en silencio, dedicada “in memoriam a su madre”, contrasta el dolor descrito en el poema de Los muertos de José Luis Hidalgo, poeta al que el compositor recurre especialmente en su primera etapa compositiva. Esta canción no estaba incluida en su catálogo, ya que el compositor la consideraba un ejercicio del periodo que estudió en Barcelona con Xavier Montsalvatge, y que, tras su estreno en 2015 en la Escuela Superior de Canto de Madrid, decidió incorporar a su catálogo. Por último, el Tríptico lorquiano muestra un pianismo extrovertido y virtuoso, que contrasta con la sencillez de su último ciclo compuesto, Soledades.
Compagina su faceta como pianista especializada en acompañamiento vocal con la docencia como profesora de repertorio vocal en la Escuela Superior de Canto de Madrid, ¿qué cualidades tiene que tener un buen repertorista? ¿Cuáles son sus pianistas acompañantes de referencia?
Creo que lo principal es tener mucha flexibilidad, empatía, capacidad para dar y recibir, adaptarse a la voz de cada persona y mucha solvencia para servir de apoyo al cantante con una inmensa paleta de colores. Mi referencia son los grandes liederistas como Gerald Moore, Geoffrey Parsons, Graham Johnson, Gerold Huber, pero al mismo tiempo siempre me enriquece escuchar a grandes intérpretes de otros instrumentos y directores. Para ser un buen repertorista, es necesario un gran conocimiento de idiomas y dominio estilístico de mucho repertorio… ópera, oratorio, zarzuela, el repertorio de canción, Lied, mélodie… Y por supuesto es muy necesario tener una buena lectura a primera vista. Personalmente, mi experiencia como pianista correpetidor en producciones de ópera ha sido fundamental y las mejores ocasiones para aprender han sido los ensayos de solistas a piano como Felicity Lott, Bryn Terfel, Magdalena Kozena o Ian Bostridge, y con directores como Jesús López Cobos, Leopold Hager o Vasily Petrenko… Es increíble estar tocando tan cerca de esos grandes intérpretes y estar presente en aquello que se trata en esos ensayos.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
En los próximos meses tengo recitales con repertorios muy distintos junto a cantantes como Raquel Lojendio, Sandra Ferrández, Susana Cordón, Javier Franco, Marina Pardo, María Martín, el flautista André Cebrián, el clarinetista Angelo Montanaro o Tomás Martín (castañuelas), en Festivales como el Fringe Festival de Edinburgo, el Festival Internacional Sant Fruitos del Bagés, el Teatro de la Zarzuela, el Festival Coma de Madrid, el Festival de Música Contemporánea Cristóbal Halffter de Ponferrada, Concerts de Primavera de la Universidad de Valencia o el Teatro Calderón de Valladolid, entre otros.
por Jesús Rovira
www.irenealfageme.com
Foto: La pianista Irene Alfageme ha grabado, junto a la soprano Raquel Lojendio, el disco “Cuadernos Secretos” en el sello Eudora, dedicado a las canciones para voz y piano de Jesús Legido.
Crédito: © Danimantis