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Andrea Kauten

Entre la monumentalidad y la intimidad de Brahms

Marzo 2024

Tras la grabación para Solo Musica de los 24 Preludios Op. 28 de Chopin y los Cuadros de una exposición de Mussorgsky, la pianista Andrea Kauten vuelve a ofrecer música de entidad, en este caso su versión de dos titanes como son los Conciertos para piano de Johannes Brahms, además del ciclo postrero para piano solo de la Op. 118.

Se llega a interpretar estas colosales músicas después de haber vivido múltiples experiencias... ¿Debe ser así?

La intensidad musical, abundancia de sonido y “ancho de banda” emocional de estos Conciertos siempre me fascinan. Pero también hay que decir que son un poco voluminosos... Estas obras monumentales requieren mucha técnica y potencia para el intérprete; se necesita un tiempo para entrar en el fluir de esta música. El desafío para mí, como intérprete, es sentir y explorar la estructura motivacional, pero también, al mismo tiempo, ese fluir de la música, que son como energías increíbles que se siguen construyendo y que se calman de nuevo. En sus monumentales Conciertos, las proporciones son colosales. Una vez los comparé con una catedral en la que se puede sentir la infinidad del espacio y el tiempo. Insertarse en el fluir de esta gran música y en esa sensación literal de infinito es un proceso desafiante, lento y hermoso, que siempre abre nuevas facetas y conduce a nuevas percepciones.

Cuál es el elemento principal para tocar Brahms… ¿El corazón o la cabeza?

Como ya se ha mencionado en la primera pregunta, el enfoque analítico es por supuesto necesario para explorar la compleja estructura rítmica y motivacional de estas obras. Pero como intérprete, el desafío es, en última instancia, transportar esta increíble gama de intensidad y emocionalidad de estas obras. Esto requiere de ambos, de cabeza y corazón.

Son dos titanes de la literatura concertística, ¿pero qué diferencias principales encuentra entre el Primer y el Segundo Concierto?

Hay décadas entre la composición de los dos Conciertos y, sin embargo, hay una fuerte relación. Ambas obras se caracterizan por gestos potentes, motivos innovadores, complejidad rítmica y diseño sinfónico; son probablemente los "más sinfónicos" en la literatura para piano romántica. La escritura del piano es inmensa en ambos conciertos. La diferencia está seguramente en las tonalidades, mientras que el Primero está escrito en Re menor, el Segundo lo está en Si bemol mayor. Esto también es evidente en el carácter de las obras. El Primer Concierto, muy dramático al principio, tiene algo de apremiante y tormentoso, mientras que el Segundo, con su hermoso solo de trompa, parece un poco más despejado al comienzo. Ambos Conciertos tienen estos momentos increíblemente hermosos, casi sobrenaturales, al lado de verdaderas “oraciones” lentas.

¿Cree que Brahms debe ser una parada obligada para todo pianista? ¿Cómo definiría su música?

Personalmente voy al hecho natural que la inmersión en la música y el universo de Brahms siempre vale la pena, incluso si es difícil introducirse en el denso mundo brahmsiano. Una vez que te has acercado, se abre una increíble profundidad emocional y una riqueza de sonido en el que cada nota está justificada.

En estas obras se necesita igualmente una orquesta y un director “entregados por completo a la causa”. ¿Cómo fue la relación con Timo Handschuh y la Württembergische Philharmonie Reutlingen?

Dado que la orquesta en estos Conciertos no solo se reduce a una función de “acompañamiento”, por supuesto que requiere una gran responsabilidad de todos los involucrados con estas obras. La orquesta y el piano están entretejidos en esta estructura sinfónica, pero el piano tiene un inmenso componente en solitario y una  función de diseño melódico. Por último, pero no por ello menos importante, se necesita un proceso de búsqueda mutua.

Como “bálsamo”, interpreta también las postreras y bellísimas Piezas Op. 118. ¿Por qué este ciclo y no otro? ¿Qué nos puede decir de los Opus finales de Brahms?

Las Piezas Op. 118 son el polo opuesto a los monumentales Conciertos. Obras tardías, íntimas, casi confesionales y unas piezas “silenciosas”, pueden ser vistas como una revisión de su propia vida. Fue importante para mí mostrar este contraste entre los Conciertos grandilocuentes y estas piezas íntimas para piano solo, una de las últimas obras de Brahms.

por Blanca Gallego

Video
Andrea Kauten - Brahms: Conciertos para piano

https://www.youtube.com/watch?v=8PxECpc3cPo&

https://andrea-kauten-pianistin.de

www.solo-musica.de

Foto: La pianista Andrea Kauten ha grabado los dos Conciertos para piano de Brahms en el sello Solo Musica.
Crédito: © Manfred Esser

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