Música clásica desde 1929

Discos recomendados de Ritmo

En esta sección encontrará los 10 discos que la revista RITMO recomienda cada mes, clasificados por meses y por su orden de recomendación del 1 al 10. Se archivan los recomendados desde junio 2011, para ver anteriores ir a "Ritmo Histórico".
Haciendo "clic" en el título de cada disco o sobre la foto, accederá a su ficha y a la crítica publicada en Ritmo y, cuando es posible, a las diferentes tiendas donde podrá adquirir el disco físico, o a las plataformas digitales desde donde podrá escucharlo en "streaming" o descargarlo online.

Ritmo [EDNcf:Mes] - Núm.

WEILL: Rise and Fall of the City of Mahagonny.

Brueggergosman, König, Henschel, White. Coro Intermezzo. Orq. y Coro del Teatro Real de Madrid. Dir.: Pablo Heras-Casado. Escena: La Fura dels Baus.
BelAir, BAC067 (DVD)



La crítica

Sin pasta no eres nadie

El estreno en la primera temporada de Mortier en el Teatro Real de Auge y caída de la ciudad de Mahagonny, ópera con música de Kurt Weill y texto de Bertolt Brecht, limpió de convencionalismos la idea operística del foso madrileño, apostando por una obra que podría cruzar la acera de Broadway, con influencias del Porgy de Gershwin, el Wozzeck de Berg y Britten, con el consabido estilo fresco de Weill. La pareja Brecht-Weill es una como caricia con látigo al capitalismo, que casi cien años después mantiene intacta su ideología, ya saben, mientras en el capitalismo la riqueza se reparte desigualmente, en el socialismo la pobreza se reparte equitativamente. En otras palabras, sin dinero no eres nadie y no nos sirves, que es lo que le ocurre a Jimmy en Mahagonny, una ciudad creada de la nada en medio del desierto por delincuentes con corbata, una tela de araña para atrapar a los incautos con pasta, una versión profética de esa encantadora ciudad prostituida con luz de neón llamada Las Vegas. El montaje de La Fura dels Baus es una maravilla, si maravilla se le puede llamar a ambientar la escena en un estercolero. Tal es la fuerza de la imagen, que hasta un estercolero transmite belleza visual, y tal vez sea este el único “pero” a una puesta en escena demoledora: demasiada belleza plástica para el lugar del que se trata (no deja de ser una obra de arte). Hay cosas que deben quedar claras: música, texto y escena son tres cosas distintas que en la ópera alcanzan una conjunción llamada “arte total”, sean ninfas con texto de Ovidio o prostitutas con texto de Brecht, la finalidad de la triple conjunción es crear belleza, aunque desde distintos puntos de vista la belleza puede hacernos gozar como hacernos sufrir, que en cierto modo es lo que La Fura ha conseguido en Mahagonny, estéticamente repleta de mierda desde la subida misma del telón al reivindicativo final, fácil de aplicar a los tiempos que corren.

Otro descubrimiento fue el director granadino Pablo Heras-Casado, al que en RITMO entrevistamos en diciembre de 2011, director de un impulso rítmico irresistible, que dirige como su maestro Pierre Boulez sin batuta, al que al verlo dirigir parece que lleve a su mano adherido un control métrico perfecto, como si Boulez le hubiese chocado los cinco durante un buen rato. La dirección de Heras-Casado fue una balanza de intensidad y delicadeza, con un brazo de hierro y un guante de terciopelo, con una dirección en los actos II y III incomparable. Entre los cantantes sorprendió la sofisticación de Measha Brueggergosman, que hizo una Jenny Smith antológica, que se pasó toda la ópera en ropa interior, para gozo de los que poníamos los ojos en sus potentes contoneos. Imponente como siempre Willard White, ideal para el papel, como la astuta Leocadia de Jane Eaglen y el britteniano Michael König como Jimmy. Con apuestas tan arriesgadas como Mahagonny, Madrid puso el dedo en la llaga de su burgués público, tan acostumbrado a las arias y al cava.

G. P. C.

 

1831
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