Música clásica desde 1929

Discos recomendados de Ritmo

En esta sección encontrará los 10 discos que la revista RITMO recomienda cada mes, clasificados por meses y por su orden de recomendación del 1 al 10. Se archivan los recomendados desde junio 2011, para ver anteriores ir a "Ritmo Histórico".
Haciendo "clic" en el título de cada disco o sobre la foto, accederá a su ficha y a la crítica publicada en Ritmo y, cuando es posible, a las diferentes tiendas donde podrá adquirir el disco físico, o a las plataformas digitales desde donde podrá escucharlo en "streaming" o descargarlo online.

Ritmo DICIEMBRE 2017 - Núm. 913

LEONARD BERNSTEIN (Volumen 1).

Documental “Leonard Bernstein - Larger Than Life”. Tanglewood “Celebración 75 Aniversario”. Solistas. Orq. Filarmónica de Viena, Orch. dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia / Leonard Bernstein 
CMajor 743008 (6 DVD)



La crítica

El hombre del siglo

En The Agony and the Ecstasy de Carol Reed (1965), superproducción de Hollywood en la que se desentrañaba con desigual fortuna la figura colosal de un genio como Michelangelo Buonarroti desde todos sus frentes: escultor, pintor, poeta y pensador (el filme desvelaba principalmente la relación con el Papa Julio II por los frescos de la Capilla Sixtina), consigue que el espectador acabe por devorar el arte que sale de las manos de aquel genio, quizá el mejor fin de la irregular película. Algo parecido nos ocurre con Leonard Bernstein, todo lo que huele a este neoyorquino de espíritu (nació en la vecina Massachusetts), desde la interpretación, composición y análisis musical (su pensamiento), nos lleva a profundizar más y más en quien fue “el hombre del siglo”, un humanista con un cigarrillo siempre encendido y un whisky bien cargado (en el documental “Larger than life”, comentado anteriormente por Javier Extremera en esta revista y ahora reeditado en este estuche, nos desvelan que su asistente personal, Craig Urquhart, le esperaba entre bambalinas tras los conciertos con un whisky en una mano y un cigarrillo recién encendido en la otra…). Pero como en aquel filme, los retratos son siempre parciales, por lo que el sello CMajor no se contenta con esta primera entrega, promete nuevas aventuras de Lenny durante 2018, el año de su centenario.

Para entender a Bernstein hay que entender América. El DVD dedicado a Tanglewood trata de aproximarse (sin mucho acierto, la verdad), al ideal americano de señor con éxito que congrega en un delicioso paraje paradisíaco a los amantes liberales del arte. Allí Bernstein edificó su castillo de música, desarrollando todos los veranos programas a su gusto y formando a músicos de varias generaciones (“En Tanglewood -afirmó Bernstein- pasé mis mejores momentos musicales y sexuales”). Por destacar una cosa grande, La valse de Ravel con Andris Nelsons y la Boston Symphony, la otra novia de Lenny que se codeaba con la New York Philharmonic para ver quien salía con el chico guapo los sábados.

Asociamos la Filarmónica de Nueva York a Bernstein, no hay duda, pero había una orquesta, al otro lado del charco, que daba un giro de 180 grados cuando un joven de Brooklyn se remangaba su jersey con el retrato de Mahler para convertir a la Filarmónica de Viena en su orquesta ideal, como llegó a decir. Y llegamos a la gloria: Bernstein dirigiendo Sibelius en Viena. No hay nada igual, les aseguro. Solo por estos testimonios (Sinfonías ns. 1, 2, 5 y 7), este estuche es lo mejor del mes. Hay grandes, grandísimos intérpretes del finés (como Barbirolli, quizá lo más parecido a esto), pero nada está a esta altura, interpretativa (la orquesta) y emocionalmente (el director). Estos podrían ser los mejores registros discográficos de la historia.

Y de nuevo se roza el cielo con el arreglo para orquesta de cuerda del Cuarteto Op. 135 de Beethoven, lenguaje mucho más asimilado por los vieneses, que se lanzan a una interpretación que derrapa en las curvas pero que es puro Bernstein, con la emoción a flor de piel. Este sensacional DVD viene con la deliciosa Missa in tempore belli de Haydn, esta vez con la Sinfónica de la Radio de Baviera, otra de las orquestas europeas con las que Lenny pasó largas temporadas. Haydn y Bernstein fue una combinación siempre disfrutable, desde sus Sinfonías tempranas en el sello Columbia hasta esta Misa y Sinfonías de su última época, donde la batuta era cualquier cosa menos “una batuta”. Acabando, además del documental citado, en Roma, en junio de 1989, dirigió a la imperfecta Orchestra dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia en un programa Debussy, curiosamente el otro gran aniversario que nos depara 2018. Sin llegar a ser el sumum, los atónitos romanos no habían escuchado a su orquesta sonar así en su vida.

Gonzalo Pérez Chamorro

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