Juan Manuel de la Puente fue desde 1711, con sólo 19 años, hasta su muerte en 1753, maestro de capilla de la Catedral de Jaén. Y es disco hace justicia a su magnífico legado, del que destaca poderosamente el policoral Miserere mei, Deus, ambicioso salmo a dieciocho partes en siete coros de 1726. Una serie de factores confluyen para que este álbum sea uno de los más bellos que hemos escuchado en mucho tiempo: en primer lugar, el proyecto en sí con el fuerte respaldo musicológico de rescate y transcripción del material al amparo de su estreno mundial dentro del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza; en segundo lugar, el elenco reunido donde todos, desde Espada, Infante y Aréjula, hasta la Orquesta Barroca de Sevilla y el Coro Vandalia, experimentados en alto grado en este estilo, recrean con esplendor las obras; y por último, la toma sonora cercana y cálida. Al Miserere le acompañan otras cuatro obras, una Tonada con violines, un Villancico a 10 y dos Cantatas humanas con violines, que son una auténtica delicia. Cualquier fragmento al azar nos descubre un compositor fecundo en ideas y con sutilezas estilísticas extraordinarias, lo que nos lleva a pensar en que la penetración del estilo barroco había sido profunda. De esta manera se reescribe la historia.

J.M.