Curiosa la historia de este disco, que podemos decir se ha realizado gracias a la apasionada colaboración de los admiradores de Joyce DiDonato. A través de las redes sociales, la mezzosoprano decidió solicitar a sus fans cuáles eran las piezas que no debían faltar en su recopilatorio, así como un título para el mismo. Y las numerosas propuestas han dado como fruto este doble cedé que llega con seis pistas inéditas, registradas a lo largo de su carrera discográfica.

De Monteverdi, con una emotiva despedida de Ottavia, hasta Heggie, con la no menos espeluznante escena de Dead Man Walking, la cantante nos va mostrando lo mejor de su arte, con una extensión considerable (más cómoda, eso sí, en el agudo) un fraseo elegante y una dicción mejorada a lo largo del tiempo. Su Mozart es saneado, especialmente Sesto y Donna Elvira y su Haendel de primera, con una escalofriante Dejanira y un arrebatador Ariodante; sin embargo, tiene en el belcanto de la Colbrand algunos lunares que sabe disimular con maestría, y son sus Rosina y Angelina las más redondas desde cualquier punto de vista.

Por último, mención especial al musical americano, que lleva a su terreno para ofrecer un delicioso “Over the rainboiw”. 

Pedro Coco Jiménez