Feliz cumpleaños

Sony Classical, gracias a todos los sellos que a lo largo de los años esta multinacional ha ido aglutinando, ofrece para festejar el ochenta cumpleaños de Montserrat Caballé, en este reciente mes de abril, un cofre con seis discos que recogen una buena parte de sus inicios y sus últimos años de carrera discográfica. Desde los recitales registrados en Barcelona a finales de los sesenta hasta sus recientes crossover, se abarca un repertorio amplio y a veces insólito que dibuja muy bien las inquietudes y versatilidad de la diva. Sin embargo, pensamos que ha sido esta una oportunidad perdida para rescatar del olvido la grabación completa de Gemma di Vergy, llevada a cabo en el Carnegie Hall a las órdenes de Eve Queler y que no ha tenido un volcado a CD como mereciera.

Con su primer contrato con el sello RCA llegaron a los aficionados muchas joyas del repertorio belcantista, que hasta entonces eran absolutamente desconocidas, y que suponen una de las más grandes aportaciones de Caballé a la historia del disco. Sus tres volúmenes de Rarities, todo un clásico indispensable,están aquí ampliamente representados con las escenas del Salce rossiniano (legato referencial y control absoluto de la respiración), La donna del lago o Armida. También hay extractos de la Norma de estudio junto a Cossotto y Domingo, o de la La Traviata junto a Bergonzi, dos pilares de la discografía de este título, que son superadas por muy pocos registros. Por su parte, junto a exultantes Lombardi, Attila o Foscari, en absoluta plenitud, se encuentra un curioso 'Va pensiero' en solitario la década de los noventa, a la que pertenecen asimismo escenas de Adelson e Salvini o Maria Stuarda. El estado del instrumento, como es de esperar, contrasta considerablemente con la plenitud canora de tres décadas atrás, pero es una oportunidad para escuchar estas piezas en su voz irrepetible.

También hay lugar para la Zarzuela y la Opereta, en la etapa tardía junto al compatriota Javier Palacios; y este no será el único que la acompaña a lo largo del homenaje, ya que también hay espacio para su colega Shirley Verrett (Rossini, Ponchielli o Verdi en el soberbio recital de dúos de 1969), su hija Montserrat Martí, su marido o, incluso, estrellas del pop como Freddie Mercury.

Como ven, un singular paseo por la historia discográfica de la artista barcelonesa, que deja un legado tan extenso como lleno de tesoros. La presentación es de verdadero lujo, aunque echamos de menos una carpetilla interior más generosa y acorde con la figura que homenajea.

P.C.J.