Después de grabar para su propio sello la integral de sus Sinfonías, el maestro Jordi Savall vuelve a Beethoven con la Missa Solemnis, tal vez la obra cumbre del catálogo del genio de Bonn. Confieso que tenía mis reservas a la hora de iniciar la audición de este disco, porque, a pesar de la indiscutible calidad de los intérpretes, el ciclo sinfónico de Beethoven adolecía de cierto exceso en la percusión, así como de falta de músculo en la Novena. Pero, desde los primeros compases de esta versión de la Missa Solemnis, todas mis dudas quedaron despejadas. Seguramente, usted conoce varias de las grandes versiones de esta obra, pero el inicio que propone Savall le aclarará toda duda sobre la razón del nombre de esta obra.

Jordi Savall conoce muy bien el repertorio sacro y pone su conocimiento en su lectura de esta obra en la que sobresale el equilibrio: Le Concerts des Nations produce un sonido sólido, pero nunca abrumador y con una percusión domesticada esta vez, que encuentra su socio ideal en La Capella Nacional de Catalunya, que canta una de las mejores versiones que he escuchado de esta obra. El Credo y el Sanctus de esta grabación nos demuestran el dramatismo y la intensidad de esta partitura.

Además del conocimiento y la experiencia que Jordi Savall acumula como director, este disco nos muestra su enorme sabiduría. Su interpretación no es sólo un disco más en su catálogo, sino un intento bien logrado por entregarnos su visión sobre la obra más grande de Beethoven.

Juan Fernando Duarte Borrero