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Crítica / Profundizando en el aullido de Medea - por Estrella García López

Madrid - 19/04/2023

El melodrama Medea llega a la Fundación Juan March cargado de dinamismo y fuerza conceptual en su estreno en España, con la coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Marta Eguilior es la directora de escena de esta tremenda historia que relata el mito clásico de Medea, una madre que asesina a sus hijos para vengarse del adulterio que comete su esposo Jasón con Creúsa. Esta propuesta tan reciente va más allá y no deja indiferente a nadie ante la energía del equipo actoral, la calidez y la calidad del Cuarteto Seikilos y la puesta en escena tan penetrante. Se advierte, además, un afán por deconstruir y valorar la rabia de la protagonista, ahora convertida en loba.

Fueron los pasados días 12, 15 y 16 de abril cuando Madrid tuvo el placer de acoger esta obra, protagonizada por la actriz Carmen Conesa (Medea), Ricardo Barrul (Jasón/hijo mayor) e Ylenia Baglietto (Creúsa/hijo menor).

La música es de George Anton Benda (1722-1795) y el texto de Friedrich Wilhelm Gotter (1746-1797), que se basa en la tragedia homónima de Eurípides. La unión de música y texto declamado es lo que conforma este género, el melodrama, una modalidad teatral también conocida como melólogo o escena trágica unipersonal. El texto es recitado por los actores, en continuo diálogo con la línea musical que se presenta como extradiegética al formar parte del fondo narrativo. En la presente Medea, música y palabra se alternan y nunca coinciden en el tiempo, por lo que la partitura acaba significando también un actor en la escena. Hacia el final, Eguilior hace esto realidad sacando al Cuarteto Seikilos del fondo velado hacia delante.  

Este melodrama utiliza el texto y la música originales del siglo XVIII, pero la representación acaba siendo de lo más contemporánea y singular. Las prótesis faciales nos permiten ver a unos hijos lobeznos que se mueven con gran dominio del cuerpo, de expresión bizarra, haciendo clavar nuestros ojos en el escenario durante esta hora y media de actuación. Dado el momento, Medea muestra sus mamas animales para alimentar a las crías, que pronto se encontrarán con la muerte. Además, la protagonista lleva un ropaje negro voluminoso y difícil de manejar, algo que podría simbolizar el gran peso de su desdicha. 

La composición de Benda puede resultar en ocasiones demasiado alegre por las tonalidades mayores, teniendo en cuenta la gravedad de la trama, mostradora de los tormentos y dilemas de Medea. A pesar de ello, el cuarteto de cuerda hace de la partitura un elemento inquietante, dando cuerpo a la escena y manteniendo al público atento. El conjunto Seikilos sabe medir la intensidad de sus palabras, que son sonidos, en un discurso musical insistente en los leitmotivs y demás interludios. La inclusión del Lacrimosa de Mozart al final es un guiño al gusto que tenía el compositor por este melodrama. Dicha obra pudiera parecer un cliché sonoro que marca el final de la representación, tan trágico, pero acaba funcionando bien.

Es de vital importancia comentar la reflexión que se hace sobre los actos de Medea, considerada como “la peor madre del mundo”. Encontramos un completísimo programa de mano que intenta responder a la pregunta del infanticidio, a través de una contextualización en la sociedad helénica, sin sorpresa, patriarcal. En esta, la madre es un simple recipiente de los hijos, que son el eslabón de la inmortalidad para el progenitor masculino.

En definitiva, ningún hilo queda suelto en este tejido de furia y miedo, el cual combina la música y el texto también con proyecciones de vídeo, efectos especiales, y algún otro motivo relacionado con la sangre, impactante y atrayente. En general, el rojo se adueña de los personajes durante varias escenas en las que la música subraya la pasión, que también es el terror, el sexo o el sufrimiento.

Estrella García López

 

Cuarteto Seikilos

Carmen Conesa, Ricardo Barrul e Ylenia Baglietto (reparto)

Directora de escena: Marta Eguilior

Música de George Anton Benda, texto de Friedrich Willhelm Gotter

Fundación Juan March (15/04/2023)

 

Foto © Dolores Iglesias

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