Marlis Petersen es una soprano muy apreciada en cierto repertorio, sobre todo el de principios del siglo XX, y ha conseguido cierto renombre con sus interpretaciones de Lulu de Alban Berg, Marie de Die Tote Stadt, Salomé de Richard Strauss, Emilia Marty de Vec Makropulos de Janaceck, aunque en el pasado cantase algunos papeles de Mozart, como Susanna de las Bodas de Figaro y Kostanze del Rapto, y en la actualidad se atreva con la Feldmarschallin del Rosenkavalier. Es decir, nos encontramos con una de esas cantantes alemanas que compensan sus carencias canoras con unas apreciables dotes interpretativas.
La voz de Petersen no supera lo discreto, pero la utiliza con tanta inteligencia que casi nos convence en papeles que le vienen grandes como Salomé y Maria de Die Tote Stadt.
El programa con el que intervino por segunda vez en el ciclo de Lied del Teatro de la Zarzuela, la primera fue en la temporada 2008/9, lo integraban obras de Obras de Richard Strauss, Johannes Brahms, Hugo Wolf, Reynaldo Hahn, Henri Duparc, Gabriel Fauré, Gustav Mahler y de otros compositores mucho menos frecuentados en este repertorio como Karl Weigl, Hans Sommer, Max Reger y Richard Rössler.
Petersen se luce, sobre todo en el repertorio menos habitual, ya que para el romántico y post romántico carece del vuelo lírico que requieren las obras y para la mélodie, además de un francés un tanto vacilante, le falta sensualidad. Sin embargo con Weigl, Sommer, Reger, sobre todo, y Rössler, desplegó todo su armamento de cantante intérprete y estuvo francamente bien.
Me pareció un error por su parte concluir el concierto con Urlicht de la Segunda Sinfonía de Mahler, que requiere de una voz de más enjundia, más grave y que en una lírica ligera pierde gran parte de su sublime belleza.
Tampoco muy acertada en la interpretación de las dos propinas, el bellísimo “Träume” de los Wesendoncklieder, de Wagner y el lied de Schubert, Nacht und Träume.
Por cierto las explicaciones acerca del significado de cada grupo de canciones estuvo bien, pero no sé por qué razón hay que darle el programa digerido al público; es una novedad cada vez más frecuente que alarga los conciertos y que no encuentro necesaria.
Lademann la acompañó al piano con atención y buen hacer.
Francisco Villalba
Marlis Petersen, soprano. Stephan Matthias Lademann, piano.
Ciclo de Lied CNDM
Teatro de la Zarzuela, Madrid
Foto © Rafa Martin | CNDM