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Crítica / Magnífico estreno para saxo abrazado por Dvorák y la OSCyL - por José M. Morate Moyano

Valladolid - 06/11/2023

El Programa 3 del Abono de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en su temporada vallisoletana, incluyó el estreno en España de Glasslands (2022) de Anna Clyne (Londres 1980), en realidad Concierto para saxofón y orquesta en tres movimientos: I.- Lamento apremiante, II.- Espíritu femenino, III.- Recopilación, encargo de la OSCyL, (donde este Curso será "Artista residente"), en colaboración con la Sinfónica de Detroit (que la estrenó), BBC Radio 3, Filarmónica de Naples/Artist Naples y Centro Nacional de las Artes de Canadá, siendo solista quien la estrenó, Jess Gillam (Ulverston, UK, 1998), joven excelente saxofonista con dos grabaciones ya en su haber y Asociada en el Royal Albert Hall, con inquietudes culturales que la llevan a ser presentadora del programa "La vida de los clásicos" en la BBC Radio 3, que comparte con su exitosa carrera como músico             internacional.

La compositora londinense Anna Clyne, que vivió en Nueva York hasta 2004, lo hace hoy en Helsinki, donde es  "Residente" de su Filarmónica, junto a la de la BBC y la OSCyL, que presentará otros 2 estrenos más. Trabaja en música electroacústica y acústica y ballet lo que le hace ser quien más estrenos aporta en su País.

Glasslands refleja un mundo imaginario de 3 Reinos, gobernados por "el alma en pena", espíritu femenino que en el folk irlandés, anuncia la muerte de un familiar, generalmente gimiendo, llorando o lamentándose en el silencio de la noche, lo que se percibe en el Movimiento I, donde el saxofón refleja ese dolor explotando al máximo su tesitura aguda, combinada con esa calma nocturna y espera angustiosa en que se produce; el Movimiento II habla de la femineidad del personaje, iniciándose con un bello dúo saxo-cello, al que se van uniendo delicadamente viola, violín II, el I, la flauta y el oboe y así sucesivamente el resto de instrumentos, hasta completarse el tutti con un hermoso juego de colores.

El Movimiento III culmina con mezcla-resumen de lo vivido antes del fúnebre presagio, la sensación producida y la aceptación asumida ya en ambiente optimista. La obra es muy exigente para el solista, tanto en lo puramente técnico y virtuosista como en lo expresivo y musical pues, apoyándose en un exhaustivo control de la respiración y resistencia (prácticamente sin descanso en todo el Concierto), debe ajustarse a una orquesta que varía ritmos y dinámicas.

Jess Gillam hizo todo éso y más, logrando una interpretación perfecta que obtuvo una fantástica acogida del público que casi llenaba el Auditorio. En todo éllo tuvo protagonismo también George Jackson, muy cómodo con la música y efectivo en la concertación, mérito añadido al tener que sustituir, respetando el Programa, a la prevista Elena Schwarz. La OSCyL reducida aquí a 29 cuerdas y obligados, satisfizo con atención y justeza lo pedido por Maestro y Solista. Las reiteradas ovaciones obligaron a Jess a regalar una pieza que, iniciada con tintes impresionistas y lírica contemporánea, desembocó en un rítmico y sorpresivo final, apoyado en suaves golpes de piés, encandilando aún más a los jóvenes afortunadamente presentes en la Sala.

Dvorák abrió y cerró Programa con la Obertura en Do M. (1881-82), "Domov múj " (Mi hogar), op. 62, B. 125 a y Sinfonía nº 7 en Re m., op. 70 (Praga 1885). George Jackson (Londres 1987), Director Artístico de la Sinfónica de Amarillo desde 2022, Premio de Dirección en Aspen 2015, se había mantenido como Maestro independiente, caracterizado como hábil conductor de músicas complejas en su estreno, lo que facilitó su actuación aquí. En la Obertura, uno de los 9 números del Poema sinfónico incidental para la obra "Josef Kajetán Tyl", texto de Frantisek F. Gamberk, homenaje al dramaturgo checo que inicia su teatro nacional, es una Sonata en dos secciones, una utilizando dos canciones patrias (una de F. Skroup, autor del actual Himno nacional de la República Checa, iniciado con el mismo "¿Dónde está mi hogar?", y otra del acervo popular checo, "El Gaitero de Strakonice".

Reúne la riqueza melódica y el acertado uso de los metales de toda orquestación dvorakiana, pero sólo expresa sentimientos nacionalistas locales sin más trascendencia, para ser la única que ha pasado al mundo del Concierto de aquéllas 9. Si añadimos que sus 10 minutos, fueron leídos por Jackson sin mucho tiempo para el ensayo, la lectura no pasó de la buena corrección que hoy la OSCyL proporciona a cualquiera de sus trabajos.

La nº 7 subió el nivel (siempre a falta de cierta profundización), por el gran poder de concertación aludido ya de Jackson, que hizo que todo quedara como es debido, particularmente en ese alegre Scherzo que, al cambio de orquestacón en su 2ª sección, con el ritmo de "furiant" (danza bohemia), superpone fagotes y cellos a dos y 6/4 con violas a 3, en dinámico juego. El Trío, tras el breve solo de clarinete, tuvo en  flautas, oboes y fagotes buenos intérpretes, volviendo a la melodía inicial y la coda, que enlazó con el Finale de forma perfecta, dejando lucirse a solistas, nota para la trompa, y flexible cuerda. El paso a Re M. en la cadencia final, símbolo de la superación de la opresión política, produjo nueva respuesta exultante del público y saludos varios de Director y orquesta. Todo resultó amable e interesante en la sesión.

José M. Morate Moyano

 

Jess Gillam, saxofón

Orquesta Sinfónica de Castilla y León / George Jackson

Obras de A. Dvorák y A. Clyne

Sala Sinfónica "J. López Cobos" del CCMD de Valladolid

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