Un quinteto vocal afincado en Sevilla viaja a Madrid a cantar para los Polifemos de Quirce, ya instalados y congregados en la iglesia de las Mercedarias de Góngora una fría tarde de diciembre.
Vienen con el joven y vanguardista Claudio Monteverdi, al que acompañan sus poetas y amigos Giovanni Battista Guarini, Alberto Parma, Giovanni Maria Bonardo, Bartolomeo Gottifredi, Livio Celiano, el gran Torcuato Tasso y un tal Anónimo.
Traen bajo el brazo los tres primeros libros de Madrigales que compusiera Claudio en su juventud. Madrigales son serenatas para cantar a las «madonnas» de las ciudades italianas, versos sobre temas eróticos, amorosos, incluyendo el amor platónico… En aquel Renacimiento en que confluyen las nuevas corrientes literarias y musicales que desembocarán en la ópera como género.
Lo que pretenden los madrigalistas es adaptar las notas musicales a las palabras del texto, pintar las emociones personales, las impresiones sobre la percepción de la belleza, la naturaleza o el amor descritas en los versos:
“Filis, querida y amada
Dime por cortesía
¿esta bella boca tuya no es mía? […]”
Filli cara e amata (Alberto Parma)
“Aquí se escucha el murmurar de las olas
Y el agitar del follaje
Y los arbolillos con la brisa matutina. […]”
Ecco mormorar l´onde (Torcuato Tasso)
A5 vocal ensemble, cinco cabezas en un solo cuerpo sonoro. Tan distintos, ¡y cómo han sabido conciliar sus diferencias! A esta habilidad Aristóteles le llamó ARMONÍA.
Cinco profesionales que además han elegido para este concierto un repertorio de riesgo. Monteverdi lleva el madrigal a la más alta cima. Su complejidad, sus dificultades de entonación, sus intervalos aumentados y disminuidos, las cinco voces independientes creando una textura armónica que hoy en día, cinco siglos después, sigue siendo pura vanguardia, exige de los actores entrenamiento individual, control y comunicación entre ellos y grandes dosis de talento artístico. Y así pudimos asistir a una suerte de “pintura musical de las palabras” (Anthony Milner), que nos dejó estremecidos.
A5 vocal ensemble: Monteverdi ha compuesto para ellos… ¿Alguien más se atreve?
Sol Bordas
A5 Vocal Ensemble: Mª Jesús Pacheco, soprano I; Raquel Batalloso, soprano II; Teresa Martínez, alto; Julio López, tenor; Alejandro Ramírez, bajo. (Presentación en Madrid.)
Claudio Monteverdi: Madrigali a cinque voci. Libri primo, secondo e terzo.
Madrid. Iglesia de las Mercedarias de Góngora
Sábado 5 de diciembre de 2018