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Crítica / David Russell, la guitarra de un Maestro - por Esther Martín

Madrid - 22/06/2021

El pasado sábado 19 de junio tuvo lugar un concierto de David Russell en el Auditorio Nacional. Programado dentro de la tercera edición del Festival internacional de Guitarra de Madrid, la cita convocó a un nutrido público de amantes y curiosos del instrumento. Como el propio músico comentó, no era la primera vez que tocaba en esta sala, pero sí una ocasión muy especial, ya que se incorporaba a la actividad interpretativa tras la pandemia. 

De maneras delicadas y voz nítida, Russell impuso un ritmo tranquilo que sirvió para que el concierto transcurriera sin sobresaltos y se pudiera disfrutar de la música. De esta manera, la velada terminó siendo inolvidable y con el paso de las horas, muchos de los allí presentes estarán evocando aquella tarde como si de un regalo se tratara. 

El programa partía de la Suite de J. de Saint-Luc de principios del Barroco, continuaba por las Sonatas 308 y 309 de Scarlatti y los Corales BWV 645 y 147 de Bach, todas transcritas por el propio Russell para guitarra. Según él explicaba, de esa manera se respeta la esencia de la obra y del nuevo instrumento para el que se reescribe. De hecho, en los corales se percibió con claridad la pieza original, pero a la vez, también se pudo apreciar la ductilidad de la guitarra y su capacidad para convertirse en orquesta y solista.

Dada la dificultad de la versión, desde el público se sintió el esfuerzo del músico, la agilidad de sus dedos y cómo daba el salto mortal para convertir la dificultad técnica en música y expresión. 

La intención de este primer bloque era mantener una línea cronológica en la que se percibiera la evolución del sonido a lo largo del tiempo y se presuponía que la segunda seguiría esa misma línea, pero no fue así.

Comenzaba con el Air Varie de Rigondi, una obra escrita para guitarra cuya forma, tema y variaciones, sigue el gusto clásico por un virtuosismo equilibrado, de lucimientos medidos. Russell realizó una interpretación precisa que empezaba a evidenciar su estilo, elegante, equilibrado, sutil y muy bello.

Así, llegó la última obra, que, aunque es de reciente creación y sí seguía la línea cronológica esperada, en realidad suponía una vuelta “sonora” al Renacimiento de la primera parte del programa: las Cantigas de Santiago, de Stephen Goss, están dedicadas a Russell y su mujer, y su inclusión en el programa homenajeaba al Año Santo 2021. Compuesta por siete piezas, todas ellas se basan en melodías de los Cancioneros de amigo, Martín Códax y Codex Calistinus y encierran diferentes emociones como la alegría y la tristeza. Es una obra de inmensa belleza, llena de sutilizas y recuerdos del folklore gallego que la guitarra supo hacer suyos y transmitir con una honda intensidad.

No fue fácil dejar marchar a David Russell, ni los dos bises que regaló fueron suficientes para acallar los aplausos, que sí, se fueron apagando…para dejar sitio al recuerdo de un concierto memorable.

Dentro del Festival Internacional de Guitarra de Madrid quedan conciertos con los que disfrutar:

-        Jueves 24, en Fundación Amberes, repertorio de música española por Elena Ortega.

-        Viernes 25, en Círculo de Bellas Artes, dúo de guitarras a cargo de Zoran Dukic y Aniello Desiderio.

-        Sábado 26, en Auditorio Nacional, Cuarteto Casals y Àlex Garrobé con el quinteto de Bocherini.

-        Domingo 27, en Fundación Amberes, Concierto de Galardonados con Gonzalo Peñalosa y Sergey Perelekhov. 

Esther Martín

III Festival Internacional de Guitarra de Madrid.

Concierto de David Russell, guitarra.

19 de junio en el Auditorio Nacional de Madrid. 

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