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Crítica / Bendita rutina (Euskadiko Orkestra) - por Enrique Bert

Vitoria - 17/03/2021

Poco a poco nos va pareciendo más normal asistir a un concierto de música clásica; cierto es que aun quedan por superar ciertas barreras que hipotecan la programación de algunas obras pero lo que no hace tanto tiempo nos parecía simplemente rutina ahora se ha convertido en bendita rutina.

Ahora uno desafía el frío, la vagancia u otros obstáculos para acercarse al teatro para escuchar un concierto sinfónico; y ello aunque el programa resulte, hasta cierto punto, poco imaginativo.

Lo que terminará siendo también bendita rutina es que una mujer se coloque a los mandos de un grupo sinfónico y despliegue todas sus capacidades para enseñarnos su forma de entender la música. Esa rutina está por llegar pero camina con paso firme.

Es de agradecer que Euskadiko Orkestra haya apostado por la neozelandesa Gemma New para este concierto, dándose la circunstancia de que solo unos pocos días antes la Fundación Solti de Estados Unidos anunció a New como la duodécimo ganadora del Premio de Dirección Sir Georg Solti. Así pues, intuyo que casi sin querer la entidad vasca se apuntaba un buen tanto.

La primera obra fue el Concierto nº 2 para violín y orquesta en sol menor, op. 63, de Sergei Prokofiev, estrenada en Madrid en 1935, de apariencia sencilla, en tonos folclóricos y que fue muy bien delineado por el ruso-israelí Vadim Gluzman. Dadas las circunstancias de horarios mas la pertinente frialdad del público vitoriano, Gluzman se retiró sin bis alguno.

La segunda obra fue la célebre Sinfonía nº 3 en Si Bemol Mayor, op. 97, Renana, de Robert Schumann donde New nos enseño de forma más precisa un gesto grandilocuente, una mano derecha muy activa y una izquierda atenta al detalle.

Quizás faltó algo de serenidad en el solemne cuarto movimiento, Feierlich, pero los dos extremos, primero y quinto, fueron servidos por los miembros de la orquesta con agilidad y dinamismo notables, respondiendo de forma radiante a las exigencias de la premiada. Sin ser un concierto sobresaliente pudimos disfrutar del buen hacer de la neozelandesa.

Enrique Bert

Teatro Principal, de Vitoria-Gasteiz.

Vadim Gluzman (violín) y Orquesta Sinfónica de Euskadi.

Obras de S. Prokofiev y R. Schumann.

Diirección musical: Gemma New.

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