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Crítica / Arte y magisterio de Manuel Barrueco - por José Antonio Cantón

Alicante - 03/06/2022

Los cursos magistrales  que el gran guitarrista cubano Manuel Barrueco ofrece cada año en el Máster en Interpretación de Guitarra Clásica de la Universidad de Alicante se han convertido en una de las referencias entre las citas de los grandes intérpretes que se convocan desde hace ya diez años para desarrollar al máximo nivel el perfeccionamiento artístico y técnico en el tan nuestro instrumento pulsado de las seis cuerdas. Como complemento, también ha ofrecido en esta temporada el último recital del ciclo de conciertos que dicho máster organiza con el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) en mutua colaboración y que representa una de las programaciones dedicadas a la guitarra clásica más relevantes que se dan en el panorama internacional.

En esta ocasión inició su actuación con La Frescobalda, una transcripción del órgano de un aria y cuatro variaciones contenida en Toccate e partite d'intavolatura, Libro 2 (No.32)  que el insigne compositor “ferrarense” Girolamo Frescobaldi compuso en 1626, dejando una muestra de su rico contrapunto expresado con claridad meridiana en su articulación. Esta luminosa obra sirvió para preparar la escucha de un escogido conjunto de cinco sonatas de Domenico Scarlatti que Manuel Barrueco llevó a máxima significación estilística imitativa, logrando que el sonido resultante de su pulsación se transformara con absoluta presencia en el del clave al distinguir con natural precisión cada una de las líneas de canto, como en la conocida K.380/L.23 que tocó con suma elegancia.

Cerró la primera parte del programa con las Variaciones sobre el fandango, Op. 16 del madrileño Dionisio Aguado, una de las obras más importantes de este gran teórico de la guitarra que lo fue durante la primera mitad del siglo XIX, que ha llegado a ser comparado en talento con su coetáneo en gran Fernando Sor. Con gracia y sentido cinético transcurrió la interpretación de esta danza dejando una sensación de jovialidad en un concurrido auditorio.

Uno de los momentos más destacados de la velada fue el dedicado a la Sonatina Meridional del mejicano Manuel Mª Ponce, obra de la que Barrueco es un referente absoluto en cuanto al dominio de sus esencias. En este sentido, expuso el íntimo sentir hispano que encierra sin caer en momento alguno en los habituales manierismos  melódicos, rítmicos y armónicos que suelen desvirtuar esta pieza. Su exposición tuvo ese aire evocador español que Ponce conocía bien antes de que le fuera sugerida esta su quinta sonata por Andrés Segovia.

Con una selección de cinco danzas cubanas de Ignacio Cervantes, de las cuarenta que este compositor escribió para piano, continuó Barrueco su recital dejando esa sensación de autenticidad que sólo los nacidos en la Perla de las Antillas conocen en sus aspectos emocionales más íntimos, y así fue en este caso llegando a un grado superlativo de elocuente  estilización.

El programa terminaba con tres piezas de Joaquín Malats, culminando Barrueco con una versión muy virtuosística de su Serenata Española, obra compuesta originariamente para piano y que llamó la atención de Francisco Tárrega, quien apreció en ella sus enormes posibilidades de transcripción para guitarra. Barrueco entró de lleno en todas posibilidades técnicas que le brindaba ofreciendo destacada precisión en sus escalas, sus glissandos y arpegios  por tresillos, sus ligados y una soberbia ejecución de las apoyaturas, con ese desconcertante rasgo disonante propio de la acciaccatura, demostrando ser y mantener desde hace décadas su indiscutible auctoritas interpretativa.

Ante la veneración de un público entregado al guitarrista, éste tocó dos de sus últimas transcripciones recientemente publicadas: la Danza del molinero de Manuel de Falla y la Bagatelle nº 25 en La menor, WoO 59 “Für Elise” de Ludwig van Beethoven que hizo las delicias de todos los presentes. Se cerraba así un recital en el que Manuel Barrueco fundió arte y maestría en una sola realidad.

José Antonio Cantón

 

Manuel Barrueco (guitarra)

Obras de Dioniso Aguado, Ignacio Cervantes, Girolamo Frescobaldi, Joaquin Malats, Manuel Mª Ponce y Domenico Scarlatti.

Sala de cámara del Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) / 28-05-2022

 

Foto © Victor Vidal

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