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Crítica / Más allá de las palabras (Silvia Nogales & Esther Acevedo: Fundación Juan March) - por Luis Suarez

Madrid - 09/02/2021

Comprometida con la más que interesante y necesaria ejecución de proyectos interdisciplinares, en este caso entre música y prosa poética, Silvia Nogales ha realizado trabajos de investigación sobre la influencia de Juan Ramón Jiménez en el repertorio guitarrístico y ha desarrollado su tesis bajo la dirección de Juan José Pastor Comín.

Así pues, nace esta cuidada selección de “Platero y Yo”, obra creada para Andrés Segovia que ejemplifica una fase tardía del estilo de su amigo Castelnuovo-Tedesco, durante la cual se interesó más por la relación entre la música y otras artes. Está inspirado en un libro escrito en 1914 por Juan Ramón Jiménez (1881-1958), el poeta español que fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1956. Poeta y compositor tenían vidas intrigantemente paralelas: ambos eran hijos de banqueros y superaron la oposición de los padres para enfocar sus vidas en sus esfuerzos creativos; ambos fueron exiliados de sus países de origen fascista,  en 1939; ambos encontraron refugio en América…

"Platero y yo" es la historia de un poeta y su burro gris plateado que era a la vez compañero de viaje y confidente. En 1960 Castelnuovo-Tedesco concibió para Andrés Segovia una obra de 28 piezas para guitarra y narrador (el libro original contiene más de 100 capítulos). Una representación de todo el trabajo, escogido aquí, tardaría algo más de unos 50 minutos.

Una selección de los números para guitarra y narradora, también fuera concebida por el compositor como un retrato más conciso del encantador animal y su maestro. Dividió la serie en cuatro grupos de siete piezas, terminando cada sección con una reflexión sobre la muerte de Platero. Las piezas, expuestas magistralmente por Esther Acevedo, van desde descripciones de hechos en la vida del poeta y el burro hasta las reflexiones del poeta sobre las personas y lugares que visitan alrededor de su pueblo español. En gran parte de la selección, la música, descrita con gran sensibilidad y expresividad por Silvia Nogales, apoya principalmente las palabras habladas; no hay temas o motivos recurrentes para representar a los personajes.

La guitarra pinta cuadros musicales de pájaros, fiestas y bailes del pueblo, los colores del cielo en el crepúsculo, a veces utilizando técnicas como staccato para representar el trote, armónicos en una dirección a la luna, ritmos de habanera y una toccata para dar la bienvenida a la primavera. El resultado final es que la naturaleza de la música es tan suave como el propio Platero, una interdisciplina asombrosamente hermosa.

Nogales es una maestra de guitarra de clase técnica y expresiva. El esfuerzo y el trabajo duro que se necesita para tocar algunas de estas piezas, y mucho más el conjunto completo, con Acevedo describiendo la maestría de Jiménez en el texto, con una perfecta vocalización en las descripciones poéticas no puede ser subestimado. La simbología “bella” está más allá de las palabras. Ambas intérpretes consiguen una lectura maravillosa aquí. La música es un poco más atmosférica, debido a su papel original como apoyo a la poesía hablada, pero funciona bien por sí misma. Un resultado excelente y necesario para acercar las obras maestras de la literatura al público general, en esta fusión del texto y música para la cual Castelnuovo-Tedesco concibió la obra.

Luis Suárez

Mario Castenuovo-Tedesco: “Platero y Yo, Op.190” para guitarra y narrador.

Silvia Nogales, guitarra. Esther Acevedo, narración. Fundación Juan March, Madrid. Enero 2021.

Foto: Silvia Nogales, guitarra, y Esther Acevedo, narración.

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